Una dolorosa derrota para ciertos productos cárnicos 

 

Fue Einstein quien dijo: dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo; y no estoy seguro de lo segundo.

En este contexto, enmarcamos la decisión del Parlamento Europeo que hace un par de días votó en contra de limitar las denominaciones «hamburguesa», «salchicha», «filete», «escalope» y «Burger» a los productos cárnicos. 

De haberse aprobado, hubiera obligado a negociar con los Estados miembros modificar los nombres de los sucedáneos de origen vegetal. La enmienda 165 (en la postura del Parlamento Europeo sobre la reforma de la Política Agrícola Común) ha sido rechazada.

Esta decisión supone, incuestionablemente, una victoria para todos los ecologistas y una gran derrota para el sector de la carne«, dijo el eurodiputado, don Francisco Guerreiro, de la Izquierda Unitaria. El nombre de esos productos vegetales es, desde hace un tiempo, un tema candente. 

La posibilidad de limitar las denominaciones de la hamburguesa y de la salchicha a los alimentos fabricados con carne había generado un encendido debate en las últimas semanas entre el lobby del sector cárnico y las organizaciones ecologistas. 

Según una encuesta realizada por la organización de consumidores BEUC en 2019 a ciudadanos de once países de la UE, la mayoría de los europeos no están preocupados por los nombres que se utilicen para designar las hamburguesas o salchichas de origen vegetal.

El 42,4 por 100 de los entrevistados cree que las denominaciones tradicionales (carne, salchicha, etc.) deberían permitirse siempre que los productos estén claramente etiquetados como vegetarianos, el 26,2 por 100 no ve ningún problema en utilizar esas denominaciones y el 20,4 por 100 sostiene que estas denominaciones no deberían estar autorizadas. 

No obstante y afortunadamente, la Eurocámara sí aprobó otra enmienda para impedir, negar, el uso de referencias como «del tipo», «estilo» o «alternativa» para comparar productos no lácteos a los lácteos. Ello afectará directamente a productos como la leche de soja o de almendra.

En el mismo asunto, el Tribunal de Justicia de la UE ya concluyó hace unos años que no se puede hablar de leche, nata, mantequilla, queso y yogur para productos no derivados de la leche pero la enmienda va más allá y busca impedir este tipo de referencias comparativas para asemejarlos a los lácteos tradicionales.

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