Unión de Uniones, las pruebas de tuberculosis y otras consideraciones

Unión de Uniones de agricultores y ganaderos ha solicitado una revisión de los métodos de detección de la enfermedad de la tuberculosis, con el fin de identificar nuevas técnicas o procedimientos que permitan, por ejemplo, evitar los falsos positivos.

La organización lamenta los perjuicios que afectan al ganadero al detectar un positivo en el campo que, sin embargo, se demuestra negativo tras el sacrificio. En este sentido, considera que la desconfianza hacia los controles que existen es actualmente muy elevada entre los productores, lo que provoca situaciones de incertidumbre y ansiedad.

Por otra parte, en el nuevo Programa Nacional de Erradicación, se recoge la obligación, hasta ahora inexistente, de que los terneros vendidos a cebaderos deben ser saneados en los 30 días anteriores al movimiento; o haber sido chequeados en los 6 meses previos, una medida que recae en los ganaderos.

Según la organización este requerimiento es desproporcionado, al tener que asumir el ganadero unos costes extraordinarios amén de dificultades en el movimiento de los terneros de todas las explotaciones.

Dada esta situación, desde la organización se solicita la eliminación de esta disposición, como ya se ha estado reivindicando en varias manifestaciones de la UCCL dado que “en la medida en la que se incrementan los costes al ganadero también se incrementa el precio de la alimentación al consumidor, lo que resulta incomprensible en el contexto actual”.

En la misma línea, desde Unión de Uniones denuncian que, las indemnizaciones que habilita el Ministerio de Agricultura tras un sacrificio obligatorio son claramente insuficientes y que, en la mayoría de los casos, no han variado desde el año 2011, mientras que el valor de mercado de los ganados vacuno, ovino y caprino sí lo ha hecho, con incrementos en los últimos años, por lo que las indemnizaciones actuales no suplen el valor real del animal sacrificado.

La organización pide revisar el Real Decreto 389/2011, por el que se establecen los baremos de indemnización, aumentar las indemnizaciones para que sean acordes al mercado actual y que estos baremos varíen periódicamente en función de la realidad, de cara a compensar suficientemente al ganadero afectado por los perjuicios ocasionados para luchar con un caso de tuberculosis u otra enfermedad en su granja.

Unión de Uniones insiste en que cualquier política de sanidad animal que se quiera poner en marcha debe contar con la opinión y la implicación directa del sector ganadero y reclama una revisión integral contra la tuberculosis, entre otras.

Como parte de esta revisión integral, Unión de Uniones considera se debe dar a la gestión de la fauna silvestre como reservorio de la enfermedad el protagonismo que se necesita, “no es lógico que nos sometamos a saneamientos cada 6 meses, sacrificios hasta de todos los animales de la explotación… mientras que fauna silvestre como el jabalí, que se ha demostrado ser un reservorio claro de la enfermedad crece en población y no se lleva a cabo ninguna medida para controlar la enfermedad en la especie”.

Asimismo, la organización denuncia la falta de transparencia por parte de la DG de Sanidad Animal, que se niega a publicitar los datos relativos a los vaciados sanitarios, pese a que desde Transparencia se ha dictaminado que desde el Ministerio se debe hacer llegar la información requerida. Estos datos sería interesante fuesen publicados, con el fin de conocer hasta qué punto se lleva a cabo esta práctica en la lucha contra la tuberculosis y con qué resultados,

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