El clima como determinante de la economía (I)

En Argentina, en los últimos 13 años, hemos sufrido 7 años de sequía. Esto nos lleva a un cambio económico y político para el año 2023.

Fernando De La Rúa fue el político con todos años niña en su paso por el poder, se tuvo que ir antes de tiempo. La crisis del año 1989 estuvo precedida de un año niña. La sequía del año 2018 le cambió el rumbo al gobierno de Mauricio Macri.

Entérense, a través de la presente nota, por las repercusiones globales que situaciones de esta naturaleza tiene  en todas las partes del Mundo, lo que nos viene, en este caso en Argentina, para el presente año 2023.

El clima es determinante de la actividad económica en todo el Mundo, pero especialmente en la Argentina. Tomando la serie desde la campaña agrícola del año 1952/53, las últimas 70 campañas nos dejaron como resultado 26 años niño, 24 años niña y 20 años neutrales. La campaña 2022/23 sería niña pero aún no podemos tipificar su intensidad por ello no está en el cuadro anexo.

Fuente: elaboración propia a partir de datos oficiales.

Para dar una idea general, el evento “La Niña” es un enfriamiento de las aguas del océano Pacífico central, que genera una circulación de la atmósfera que es netamente negativo en la distribución de humedad sobre nuestro país.

Toda la porción central y este de Argentina se ve perjudicada por un gran detrimento en el ingreso de humedad sobre la región, por lo que los eventos “La Niña” están asociados a sequías sobre el sudeste de Sudamérica (incluyendo zonas de Paraguay, Uruguay y sudeste de Brasil).

Además, al ser un ambiente más seco, también es más vulnerable a la variabilidad térmica, por lo que se potencian las olas de calor durante los períodos de verano y aumenta la frecuencia de las heladas en el período del invierno, sumándole el mayor riesgo de tener heladas tempranas y tardías, que, combinadas con la sequía, son golpes letales para la producción agropecuaria.

Por el contrario, el evento “El Niño” es un calentamiento en el Pacífico central, que genera una circulación y distribución de humedad que promueve la situación inversa a la niña, potenciando los niveles de lluvia sobre la región productiva agropecuaria del país.

Resulta interesante observar que los eventos climáticos niña fuerte dejaron secuelas muy negativas para la economía, ya que fueron la antesala de la crisis de los años 1976, 1989, 2001, 2008, 2018 y en la actualidad atravesamos 3 eventos niña seguidos.

Los eventos climáticos negativos trajeron consigo cambios políticos y crisis económicas que dejaron al país y a la sociedad con heridas muy profundas, dada la gravedad emergente de las mismas.

Si miramos desde el año 2011 hasta la fecha presente observamos que, en los últimos 13 años, tuvimos 7 eventos niña, 3 eventos neutros y 3 eventos niño.

Recordemos que, en Argentina,  no crecemos desde el año 2011, y salir de años de eventos niña nos lleva más de un año, con lo cual podríamos proyectar que el año 2023 está llamado a no crecer (tercer año consecutivo de sequía).

Pero un año neutro o niño en la campaña 2023/24 no nos asegura crecimiento, ya que el campo tendrá que recuperar el terreno perdido, y tal vez nos devuelva un mayor crecimiento la campaña 2024/25 si todo hace pensar que volvemos a un año benigno en materia climática.

Fuente: Elaboración propia a partir de datos oficiales.

En el boletín de la próxima semana seguiremos con nuestro análisis empezando por el análisis de lo acontecido entre los años 1970 y la actualidad.

 

 

 

Salvador di Stefano
Analista de economía y negocios

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