Solicitan que se frenen y controlen más las importaciones de ganado porcino

Las principales organizaciones cárnicas porcinas españolas han pedido a sus asociados que extremen al máximo las precauciones para evitar la entrada en España de la peste porcina africana (PPA) a nuestro país, tras años expandiéndose por países europeos.

En concreto, la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC) ha solicitado que se disminuya «e incluso frene» la importación tanto de animales vivos como productos cárnicos desde zonas afectadas por la enfermedad dado que un sistema de trazabilidad en los orígenes y con garantías sanitarias es «complejo y no siempre fiable».

En un cartel enviado y remitido conjuntamente con la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE) a sus asociados este enero, Interporc expone que la entrada de productos cárnicos de países con presencia de la enfermedad «es difícil de controlar, sobre todo en matanzas domiciliarias, como sucede en los países del Este». Una falta de confianza que se da pese a que, como exponen ANICE e INTERPORC, España es uno de los países de la Unión Europea con mayor número de importaciones de animales, ya sean lechones, reposición o cerdos para sacrificio.

No es la primera vez que las patronales ponen una indicación similar sobre la mesa, aunque sí de forma tan evidente. Ya en julio del año pasado, ANICE envió una circular a sus asociados en la que invitaba a «evitar la importación de animales vivos de zonas afectadas o de riesgo de presencia» del virus, recordando que España importa 75.000 animales vivos a la semana (lechones para vida, lechones para sacrificio y cerdo de engorde para sacrificio), «por lo que habrá que centrar esfuerzos en esta medida».

Al mismo tiempo, solicitaba evitar traer carne y/o productos frescos o curados desde países afectados. «Es importante prestar especial atención a los trabajadores que procedan de países afectados o de riesgo de presencia de la enfermedad al traer de sus países de origen productos cárnicos que pudieran estar contaminados con el virus e incidía en que, por ejemplo, un simple bocadillo de embutido, preparado en zona infectada, puede originar un nuevo brote de enfermedad».

Pese al llamamiento de las patronales cárnicas a la prevención y el freno de esta actividad durante la segunda mitad del año pasado, las importaciones de cerdo se han seguido produciendo. De hecho, y en relación con los informes que maneja Interporc, en los diez primeros meses de 2022 (entre enero y octubre) se han importado en España 2,61 millones de cabezas de porcino, lo que se traduce en un crecimiento del 8 por 100 en volumen y un 12 por 100 en valor de las importaciones de animales vivos respecto al mismo periodo del año anterior, siendo Países Bajos el principal proveedor de cerdos vivos.

INTERPORC insiste en que de detectarse un caso de peste porcina africana en una explotación, el protocolo de Agricultura recoge que se sacrificarán en el menor tiempo posible los cerdos que se encuentren en la explotación. Inmediatamente después de la confirmación de un foco, se establecerá una zona de protección con un radio mínimo de 3 kilómetros alrededor de la explotación afectada y una zona de vigilancia de un radio mínimo de 10 kilómetros.

Lo que es absolutamente evidente, como ha resaltado INTERPORC es que la entrada de la PPA supondría unas consecuencias económicas catastróficas para nuestro país.

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