La creciente importancia del concepto One Health (III)

La solución más eficaz, y más económica, para proteger al hombre es combatir y controlar todos los patógenos zoonóticos en la fuente animal. Ello requiere un enfoque político original que conduzca a inversiones específicas en materia de gobernanza, en particular, en la orientación de los recursos públicos y privados. Un factor importante que a menudo se pasa por alto es que las zoonosis son de hecho una vía de doble sentido, con los seres humanos infectando a los animales, así como a la inversa. En este sentido, las investigaciones epidemiológicas llevadas a cabo en la mayoría de los 24 países que informaron detecciones del nuevo virus de influenza H1N1 en las poblaciones de cerdos y pavos domésticos en 2010 llegaron a la conclusión de que los humanos enfermos eran la principal fuente de la infección para estas poblaciones de animales domésticos.

Tampoco deben olvidarse los patógenos que, sin ser zoonóticos, tienen consecuencias negativas sobre la producción de proteínas de origen animal, en particular en los países en desarrollo, ya que los problemas de producción y de disponibilidad alimentaria cuantitativa y cualitativa conducen también a graves problemas de salud pública.

El 70% de los ingresos en los países con menos recursos proviene de la ganadería. El aumento de la resiliencia y la productividad de los pequeños ganaderos ayuda a reducir las desigualdades y crea un camino para salir de la pobreza

Por otro lado, y en términos económicos, se sabe también que la alimentación regular de las poblaciones con proteínas nobles derivadas de la leche, del huevo o de la carne es vital, y que su carencia constituye un problema de salud pública.

900 millones de personas no consiguen la cantidad óptima de proteína. Los medicamentos veterinarios mejoran la producción de alimentos, contribuyendo al suministro de proteína asequible

Según algunas evaluaciones, las pérdidas mundiales de producción debidas a las enfermedades que afectan a los animales para el consumo superarían el 20%, de lo que se deduce que incluso las enfermedades animales no transmisibles al hombre podrían generar serios problemas de salud pública por las penurias y carencias que pueden entrañar, por lo que son fundamentales las medidas rápidas y eficaces que disminuyan esta cifra.

El Banco Mundial calcula que el coste anual necesario para prevenir y controlar las principales zoonosis en los países en desarrollo se sitúa en una horquilla de entre 1.900 y 3.400 millones de dólares, cantidad sustancialmente inferior a los 6.700 millones anuales de pérdidas ocasionados por los seis grandes brotes de enfermedades zoonóticas que se produjeron entre 1997 y 2009.

Otras acciones sinérgicas entre salud humana y animal son el uso responsable de antibióticos, que debe ser coordinado entre ambos sectores para ser eficaz y siempre controlado por los profesionales sanitarios, o el control de virus, cuyos brotes en animales deben ser contenidos para evitar las posibles mutaciones y el riesgo de trasmisión al ser humano (como por ejemplo en el control epidémico de la gripe aviar).

Se sabe también que los flujos sin precedentes de mercancías y de personas constituyen otras tantas oportunidades de propagación mundial generalizada de todos los agentes patógenos, y del mismo modo, los cambios climáticos que ofrecen nuevas ocasiones de propagación, especialmente mediante vectores como los insectos, que hoy colonizan nuevos territorios, cuando hace algunos años eran aún demasiado fríos para que sobrevivieran durante el invierno.

Santiago Vega García. Clara Marín Orenga.
Área de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera
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