Aplicaciones prácticas de las algas en alimentación animal (I)

En alimentación animal ya se están usando algas como tal (harina de algas como fuente de proteína), extracto de algas (concentrados de algunos de los metabolitos que contienen) y también como fuente de minerales altamente biodisponibles a los esqueletos calcáreos sobre todo de algas marinas calizas como Litothamnium calcareum o “Maerl”.

Hay algas rojas o verdes, azules, marrones, y cada una de ellas puede tener una aplicación para su uso actual o futuro en la alimentación animal, y por supuesto ya lo tiene también en la alimentación humana.

Vamos a centrarnos en dos aplicaciones prácticas en pienso: extracto de Ascophyllum nodosum (materia prima para piensos; harinas de algas marinas: 1.7.6: Ascophyllum nodosum) y en el Litothamnium calcareum sp.glacialis (alga marina caliza de Islandia).

Fig.1: Proceso de obtención de la harina de algas de Ascophyllum nodosum

Para la obtención de la harina de este extracto de algas, hay que usar una zona de recolección haciendo una cosecha sostenible para luego aplicar un secado en frío y un proceso de molienda y micronización.

Esta alga es del tipo marrón, pertenece al grupo de las Phaeophyceae, y debe su color a un carotenoide del tipo fucoxantina (contiene clorofilas a y c, así como xantofilas). Un dato interesante es que se pueden producir hasta 250 t en materia seca por hectárea/año, que si lo comparamos con las producciones por Ha de maíz o caña de azúcar son muy superiores (hasta 5-10 veces más producción).

En la composición nutricional destaca sobre todo el contenido en polisacáridos (del 42 al 70 por 100 sobre materia seca), como se puede ver en el gráfico comparativo con otras algas del tipo Laminaria, Saccharina o Fucus. Por tanto, es una de las fuentes más altas en polisacáridos y fibras solubles, aportando también minerales) sobre todo iodo y sodio), vitaminas (niacina, ácido pantoténico y ácido fólico). También es una fuente de grasa (3,65% GB sms) con ácidos grasos insaturados (43% poliinsaturados, 31% monoinsaturados y 25% saturados) y una relación omega-6/omega-3 de 2,6, es decir un alto aporte de omega-6.

Lo más interesante y que explica los beneficios de su uso, sobre todo en la inmunidad, son los componentes bioactivos que aporta. Estas moléculas bioactivas son polisacáridos sulfatados, phlorotaninos (moléculas de defensa de las algas del tipo taninos que encontramos en las plantas), terpenos, fucoxantina, componentes orgánicos hidrogenados, oxilipinas, etc.

Los polisacáridos del Ascophyllum sp están en la pared celular para dar estructura y resistencia y flexibilidad a las olas marinas, así como para mantener el intercambio iónico y también están en forma de reservas de energía como manitol y laminarina. También hay en la matriz extracelular en forma de fucanos sulfatados y ácido algínico.

De todos estos tipos de carbohidratos, los más abundantes son alginatos (monómeros del ácido urónico), fucoidanos y laminarina (azufrado y soluble). Estos polisacáridos azufrados tienen efectos antivirales, antitumorales, antioxidantes, prebióticos e inmunomoduladores.Fig.2 Composición en polisacáridos de distintas algas marinas

En la segunda parte de este artículo empezaremos del efecto prebiótico en el sistema digestivo de los animales, que es un aspecto del máximo interés práctico.

 

 

 

 

Alexandre Udina Bonet
Veterinario
alexudina@adial.es

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