Manejo de la reproducción y rentabilidad de la vaca nodriza (I)

Los tres aspectos clave que integran el manejo de la reproducción en vacas de cría son:

  • La edad al primer parto (EPP),
  • La programación de parideras (PP) y
  • La eliminación de los reproductores (ER),

habiendo controversia sobre tales temas basada en resultados dispares obtenidos en estudios experimentales.

Así, en lo que concierne a la EPP lo más frecuente es que se planifique la primera cubrición a los 24-26 meses, cuando la novilla tiene en torno al 70 por 100 del peso adulto de su raza y llegue al primer parto con el 85 por 100 de tal peso, utilizando toros de razas autóctonas que eviten partos distócicos. Tal manejo generalmente no genera problemas posteriores a lo largo de la vida de la reproductora.

Sin embargo, no faltan defensores de que un primer parto a los dos años no tiene ningún efecto significativo sobre la productividad ulterior de la vaca y que supone ahorrar costes de alimentación durante la recría, entre 1.600 y 1.700 UFL (unidades forrajeras leche), el 80 por 100 procedentes del pasto y el 20 por 100 de concentrado suplementario, y un aumento al menos de un año de la vida útil de la reproductora con la consiguiente producción de un ternero adicional.

La EPP a los dos años es una práctica frecuente en los  EE.UU., pero bajo nuestros diversos escenarios productivos, con nuestras razas autóctonas e integradas, el efecto de la EPP sobre la rentabilidad de la vaca nodriza no se ha estudiado con suficiente amplitud y detalle.

Un parto a los tres años supone un coste adicional en alimentación de 1.650 UFL x (0,80 x 0,13 €/UFL + 0,20 x 0,40 €/UFL) = 303,6 € y alrededor de 30 € en otros costes (sanitarios y varios) lo que suma un total de alrededor de 333,6 € adicionales en el coste de formación de la novilla de reposición.

Hay que considerar, sin embargo, que la novilla que pare a los dos años, para no lesionar su crecimiento y productividad posterior, habría que suplementar durante las tres primeras lactaciones con 0,35, 0,25 y 0,15 UFL/día adicionales respectivamente respecto a la que pare con tres años, lo que asciende, para lactaciones medias de 180 días, a:

(0,35+0,25+0,15) UFL x 180 días x 0,40 €/UFL = 54 €,

cifra que hay que restar de 303,6 € quedando 249,6 € de diferencia.

Si asumimos que la novilla que pare a los dos años tuviera un año adicional de vida útil respecto a la que pare con tres (11 años versus 10) su coste anual de amortización se reduciría, aproximadamente, en (1/11) x 249,6 € = 22,7 €, cifra a la que podríamos sumar 40 € derivados de la ganancia de un ternero adicional (440 €), referida a una vida útil de 11 años (440/11 = 40), inherente a la EPP de dos años.

Por el contrario, el probable incremento de distocias al primer parto relacionado con la EPP de dos años, la posible erosión del desarrollo y posterior producción de la reproductora y el factible aumento de la frecuencia de muertes de novillas al parto anularía con creces el valor de las ventajas económicas precitadas.

Aunque en explotaciones con un buen manejo alimenticio y sanitario y una vigilancia esmerada de partos es probablemente posible obtener mayores pesos totales al destete a lo largo de la vida productiva con EPP de dos años, conviene actuar con cautela con el fin de prevenir los aspectos en contra precitados, por lo que nos afirmamos en nuestra posición conservadora escrita al comienzo de estas líneas: primera cubrición en torno a los dos años.

 

 

 

 

 

Dr. Argimiro Daza
Catedrático de Producción Animal
Profesor Emérito de la Universidad Politécnica de Madrid

 

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