Genómica, mucho más que una moda

 

Desde Mendel (1822-1884), padre de la genética, los fenotipos han sido la guía para hacer selección genética.

Esto se pudo hacer con los caracteres que dependen de pocos genes y que además tienen una expresión fenotípica cuantificable. Con el tiempo la producción animal se ha intensificado y se busca mejorar caracteres que dependen de más de un gen. Además, su expresión es difícil de evaluar, ya que el ambiente les afecta de manera directa y nos puede añadir grandes sesgos.

Un paso importante en el campo de la genética sucede en el año 2009, cuando un grupo multidisciplinar secuencia el genoma de la vaca. Es más, este proyecto ya estaba diseñado para sacar un producto concreto, los test genómicos.  Eso no sucede por azar, sino que la comunidad científica, entre ellos varios genetistas ya hacía años que habían demostrado que ciertas secuencias genéticas daban ventajas productivas respecto a otras (1), sin la influencia del complejo efecto ambiental y de manejo.

En los últimos años hemos sido bombardeados por miles de estímulos hacia la genómica, los programas de acoplamientos y la mejora genética de las ganaderías. Con estos breves artículos me gustaría mostrar con datos reales porqué los ganaderos tienen que apostar por ello; las empresas, los técnicos y las asociaciones creo que ya estamos convencidos.

En un sector competitivo y en muchas ocasiones con un escaso margen de beneficio, siempre me planteo la pregunta: ¿Cómo puedo ayudar a mis clientes para poder seguir trabajando? En mi opinión solo tenemos una solución que dependa de nosotros, esta pasa por ser eficientes.

Históricamente se apostaba por el volumen productivo para diluir costes de producción, y no es mala estrategia hasta cierto punto. Pero ahora en determinadas zonas ya es casi inviable ampliar tu ganadería o imposible, básicamente por motivos: económicos, medioambientales, legales y/o falta de terreno.

Por este motivo algunos vemos potencial en la genómica ya que nos ayudará a seleccionar nuestras mejores futuras productoras, antes de invertir en ellas y además nos garantiza que las que elijamos producirán más que sus compañeras descartadas con una alta probabilidad, a no ser que tengan alguna interferencia patológica o ambiental. En resumen, la toma de decisiones tempranas con la información que nos proporciona la genómica nos hace más eficientes y esto se traduce en dinero.

¡Hoy en día se pueden comprar muchas cosas, pero tiempo no!

Jordi Galian Torras

VETCLUSTERING
Veterinario Asesor independiente
Miembro del equipo para el asesoramiento genético de FEFRIC
Técnico habilitado por CONAFE

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