Se prevé un otoño relativamente cálido y seco

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha dado a conocer la semana pasada el balance climático del verano recién concluido y presentado, a la vez, la predicción para el otoño meteorológico que comenzó el miércoles 22 a las 21:21 horas de la noche.

Entre sus principales conclusiones destacan las referidas a los cambios detectados en los patrones de lluvias en España: llueve menos días al año pero con más intensidad, y la coexistencia de lluvias torrenciales en el este con fases de sequía meteorológica más prolongadas en el sur peninsular. El otoño se presenta más seco y cálido de lo habitual en el conjunto del país.

En la presentación, el señor Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, aludió al carácter torrencial de las precipitaciones, un fenómeno cada vez más recurrente, que obliga, según su opinión, “a adaptar la gestión del riesgo de inundación al contexto del cambio climático y la necesidad de una planificación hidrológica objetiva, actualizada, fundamentada y estructurada desde las predicciones de AEMET y arropada con otras informaciones multisectoriales”.

Para el periodo octubre-noviembre-diciembre de 2021 existe una mayor probabilidad de que la precipitación se encuentre en el tercil seco en toda España, con menor probabilidad cuanto más al este, y de que la temperatura media se encuentre en el tercil cálido en toda España, con probabilidades más altas cuanto más al este, considerando el periodo de referencia 1981-2010. Eso supone que en la península y Baleares esa temperatura media trimestral estará, al menos, 0,6ºC por encima de lo normal, aunque en algunas zonas ese valor va a ser superior.

La Agencia Estatal de Meteorología ha desarrollado nuevos servicios climáticos sectoriales generados para ofrecer a la sociedad herramientas que permitirán una gestión responsable y racional de los recursos.

Es una manera más, de las muchas iniciativas que realiza AEMET, de responder a la necesidad de adaptación dentro del contexto de cambio climático en el que estamos inmersos. De entre todos destaca el servicio climático generado para el apoyo en la gestión de embalses y el monitor de sequías meteorológicas.

Por otra parte,  los meses de verano fueron en conjunto normales en temperatura, con una media de 22,1ºC y una desviación de 0,3ºC que no ha sido especialmente significativa. Ha sido el séptimo verano consecutivo con temperatura superior al promedio del período de referencia 1981-2010.

A lo largo del período estival se han vivido cinco olas de calor en España: tres en las Islas Canarias, donde no se registraban olas de calor desde el verano de 2015, y dos en Península y Baleares. Una de ellas, la registrada entre el 11 y 16 de agosto, originó récords de temperatura en una de cada cinco estaciones de la red principal de AEMET y, con la información disponible en estos momentos, puede calificarse como una de las más intensas registradas en España hasta la fecha.

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