Don Luis Planas y el análisis del acuerdo U.E. – 27 – MERCOSUR

Según lo publicado por VACUNO DE ELITE, el sr Planas, ministro de Agricultura, ha destacado que el acuerdo es estratégico, moderno y equilibrado y que, además de los aspectos económicos, incluye compromisos en materia de sostenibilidad.

En la ponencia sobre el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur y la colaboración comercial iberoamericana que ha expuesto en el Foro La Toja 1 Vínculo Atlántico, celebrado en Lisboa, el ministro se ha referido a él como “un cruce entre destino y oportunidad que no podemos desaprovechar”.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, don Luis Planas, reiteró que el acuerdo con Mercosur supone para la Unión Europea (U.E, – 27) una oportunidad de apertura de un mercado comercial que no tiene precedentes por su alcance, 270 millones de personas, y que puede generar importantes beneficios para las dos partes.

La diversificación de mercados, recalcó el señor Planas, es la estrategia necesaria para dar respuesta a la actual situación geopolítica y a las políticas proteccionistas de imposición de aranceles.

En su apuesta por mantener los mercados abiertos, el ministro explicó que “el comercio mundial en los últimos 30 años ha contribuido a disminuir la pobreza y aumentar la dimensión de la clase media en muchos países del mundo, y ha sido un factor de reducción muy significativo del hambre y la malnutrición”.

El señor Planas ha asegurado que el acuerdo con Mercosur, culminado tras un proceso de muchos años de complejas negociaciones, es “estratégico, moderno y equilibrado”.

Tiene carácter estratégico porque se abre a la Unión Europea el mercado potencial más importante que ha tenido nunca, y porque ambas partes comparten la visión de un comercio internacional basado en reglas.

Es moderno por los compromisos que incluye en materia de cambio climático, deforestación o protección de los derechos laborales, y porque abre vías de colaboración en la transición verde y digital.

Y resulta equilibrado por las concesiones que realizan ambas partes y, en el caso de Europa, hay una cuidadosa protección para los productos más sensibles.

El señor Planas resaltó la estimación de la Comisión Europea de que el desmantelamiento arancelario del acuerdo con Mercosur llegará a suponer un beneficio de unos 4.000 millones de euros para la Unión Europea.

En el sector agroalimentario se eliminará el 92 por 100 de los aranceles a los productos europeos, lo que significará abrir el mercado a sectores muy relevantes para España como aceite de oliva, vino, que ahora tienen aranceles muy elevados, entre el 14 por 100 y el 35 por 100, así como para frutas y hortalizas y porcino,

En contrapartida, la Unión Europea liberalizará un porcentaje similar de las importaciones agroalimentarias procedentes de Mercosur, aunque se imponen contingentes para productos más sensibles como la carne de vacuno, azúcar, arroz, maíz, productos lácteos, carne de cerdo o ave de corral.

El señor ministro precisó que la reducción de barreras arancelarias se producirá de forma gradual para evitar que posibles perturbaciones en los mercados en el momento de la entrada en vigor del acuerdo.

Además, se contempla la posibilidad de establecer cláusulas de salvaguarda en el caso de que el sector agrario europeo sufriera repercusiones negativas por la ejecución del acuerdo.

Frente a los debates que cuestionan la idoneidad del acuerdo entre la U.E. – 27 y Mercosur, ha recordado que la entrada en vigor de otros acuerdos recientes con terceros países ha supuesto un incremento de las exportaciones europeas. Citó los casos de los acuerdos con Canadá, Corea y Japón, que resultaron muy beneficiosos para las exportaciones españolas.

Más allá de la importancia económica, el ministro hizo hincapié en los compromisos que incluye el acuerdo en materia social y de sostenibilidad y los mecanismos de control de calidad y de seguridad alimentaria.

Además, apeló al papel especial de España por los vínculos históricos, culturales y sociales que le unen a Iberoamérica. España es la voz de Europa en Iberoamérica y la de Iberoamérica en Europa, dijo, y “debe aprovechar esta posición para impulsar un comercio basado en la equidad, la sostenibilidad y el respeto a nuestras normas y valores”.