La llegada del virus de la influenza aviar en las vacas; sus consecuencias

Según ha explicado el Dr. Zelmar Rodríguez en Campus Bovino, que es un veterinario especializado en lechería y profesor en el Colegio de Veterinaria de la Universidad Estatal de Michigan (MSU) en Campus Bovino, se trata de un virus que hasta hace poco se creía exclusivo de las aves ha sorprendido al sector lechero.

La influenza aviar (HPAI H5N1) ha cruzado la barrera de especies y ahora afecta al ganado lechero, generando gran preocupación por su impacto en la producción, la bioseguridad y la sanidad animal.

Desde marzo de 2024, veterinarios y productores comenzaron a notar una enfermedad inusual en tambos del sur de EE.UU. Lo que inicialmente parecía un brote de mastitis atípica o infecciones respiratorias resultó ser influenza aviar altamente patogénica (HPAI H5N1).

El virus, que circulaba en aves migratorias desde finales de 2021, logró infectar ganado lechero por contacto directo con aves silvestres. Posteriormente, se confirmó la transmisión entre vacas, lo que encendió las alarmas en la industria.

A diferencia de otros brotes, la influenza aviar en bovinos se propaga rápidamente dentro del rodeo y no se limita a la transmisión vaca a vaca. Se han identificado diversas vías de contagio, como:

  • Aves migratorias, que pueden introducir el virus en los establecimientos.
  • Equipos y vehículos contaminados, incluyendo camiones recolectores de leche.
  • Botas, ropa y herramientas, transportadas involuntariamente por trabajadores.
  • Personas que trabajan en varias granjas, facilitando la dispersión del virus.

Los primeros signos pueden pasar desapercibidos si se observan de manera aislada. Sin embargo, cuando un porcentaje significativo del rodeo presenta estos síntomas en poco tiempo, el diagnóstico se vuelve más evidente:

  • Fiebre alta (superior a 42°C).
  • Disminución drástica en la producción de leche.
  • Leche espesa y anaranjada, similar al calostro.
  • Aumento en las células somáticas (hasta 4 veces los valores normales).
  • Falta de apetito y reducción del consumo de agua.

Uno de los aspectos más preocupantes es el daño prolongado en la glándula mamaria, que puede dejar secuelas en la producción incluso después de que las vacas se recuperen.

La influenza aviar en bovinos no solo representa un desafío sanitario, sino también un problema económico para los tambos. Entre los efectos más significativos están:

  • Caída abrupta en la producción de leche, reduciendo los litros disponibles para la venta.
  • Leche con altos niveles de células somáticas, afectando su calidad y comercialización.
  • Gastos adicionales en bioseguridad y monitoreo sanitario.

Los tambos con sistemas cerrados también han reportado brotes, lo que refuerza la importancia de medidas estrictas de control.

Para reducir el riesgo de infección y limitar la propagación del virus, se recomienda:

  • Control de movimiento de animales y aislamiento de nuevas incorporaciones.
  • Desinfección estricta de botas, ropa y vehículos al ingresar a los tambos.
  • Capacitación del personal en medidas de bioseguridad.
  • Monitoreo constante de síntomas y testeo estratégico.

Afortunadamente, el virus es altamente sensible a los desinfectantes, por lo que una buena higiene es clave para reducir su presencia en el ambiente.

El avance de la influenza aviar en bovinos es un recordatorio de la importancia de la vigilancia epidemiológica y la bioseguridad en los tambos. Aunque hasta ahora los casos en humanos han sido leves, el riesgo de nuevas mutaciones sigue presente.

 

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