La evolución de la producción de leche de caprino en el seno de la Unión Europea (U.E.-27)
Completando lo referido la semana pasada, donde traté el subsector del caprino de carne, voy a dedicar los próximos párrafos a escribir sobre el caprino de leche.
Tal y como expuse la semana pasada, en el marco del curso que tuvo lugar en el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Castilla, León y Cantabria (COIACLC), la producción mundial de leche de cabra es muy posible que superó (teniendo en cuenta la producción controlada y la producción rural de autoconsumo) los 24,5 millones de toneladas anuales (esta cantidad supera a la producción mundial de leche de oveja, unos 10,5 millones de toneladas anuales, pero es muy, muy inferior a la producción global de leche de vaca, unos 550 millones de toneladas anuales).
De la mencionada producción de leche de cabra, el 60 por 100 se genera en Asia, un 21 por 100 aproximadamente en África y sólo el 15 por 100 en Europa. Los dos países más productores de esta leche del Mundo son China (con más de 5,5 millones de toneladas anuales) y la India con una producción de cerca de 5 millones de toneladas anuales.
En la Unión Europea (UE. – 27), contamos con unos 11 millones de cabras generando las cabras de producción láctea del orden de unos 1,8 millones de litros de leche anualmente (producción que ha ido creciendo en el curso de los últimos 25 años desde 1 millón de toneladas a la cifra actual).
Los 4 Estados Miembros (EE.MM.) de la U.E. – 27 con mayores entregas a la industria son Francia (con más del 30 por 200 del total), España (con casi el 25 por 100), los Países Bajos con otro 24,5 por 100 y Grecia con algo más del 9 por 100.
En cuanto a la producción de queso puro de cabra en la U.E. ésta es de unas 225.000 toneladas anuales, frente a las 460.000 toneladas anuales de queso mezcla y de búfala y los 9,5 millones de toneladas anuales de queso de vaca.
Los principales Estados, productores de queso de cabra son Francia (con el 45% del total), España (27 por 100) y los Países Bajos, donde la cabra tiene casi el estatus de “animal de compañía”, con el 15 por 100 de la producción global de la U.E.
En España, la importancia económica global de la leche supera los 5.250 millones de euros y de ellos el 9 por 100 corresponde a la leche de cabra, el 15 por 100 a la leche de oveja y el 76 por 100 a la leche de vaca.
De las más de 71.000 ganaderías en España que tienen cabras en sus bases animales, sólo unas 5.300 son las que tienen cabras de leche, mientras que unas 9.200 son de producción mixta carne – leche.
El número de ganaderos que entregan leche cruda de cabra va disminuyendo poco a poco y el año pasado, año 2023, solo quedaban algo más de 4.000 lo que supone un 9,2 por 100 menos que el año anterior y, probablemente, en este año 2024 ya queden menos de 4.000 (hay un claro problema de relevo generacional). Bien es cierto, que hay “brotes verdes” como puede ser, por ejemplo, el caso de la región de Murcia donde la producción de leche y queso de cabra crecen lentamente año tras año.
Esta evolución ha dado lugar a que la producción global de leche de cabra en España también vaya reduciéndose año tras año (así, en el año 2023 la producción se redujo en casi un 3 por 100 respecto al años 2022 y quedó en unas 425.000 t).
En cuanto a la producción de queso puro de cabra, que tiene una ligera tendencia a aumentar, puede estar hoy alrededor de las 65.000 t anuales lo que supone del orden del 10 por 100 de la totalidad de los quesos producidos en nuestro país (un 49 por 100 son quesos puros de vaca, un 28 por son queso mezcla y un 14 por 100, aproximadamente, son quesos puros de oveja).
El gran problema es que el consumo global en España. de este queso puro de cabra, al igual como ocurre con el queso puro de oveja, disminuye paulatinamente (básicamente por razones de la capacidad adquisitiva de nuestros ciudadanos, pero también por los cambios en los hábitos alimenticios, fundamentalmente en los hogares).
En definitiva, el caprino de aptitud preferente leche aumenta ligera pero constantemente en la U.E. Pero, en España, básicamente por las razones apuntadas, ve disminuir, año tras año, su importancia cuantitativa, aunque bien es cierto que esta pérdida es menor de la que experimenta, como vimos la semana pasada, el caprino de carne.
Concluyendo, las tendencias, en lo que se refiere. al caprino de aptitud preferente leche, en la U.E. – 27 y en España, son divergentes.
Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito
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