El pregón de don César Lumbreras
Publicado en el boletín de noticias de AGRO POPULAR. Los precios del vacuno, ovino, porcino ibérico y uva blanca suben, mientras la tinta baja.
Ojo a lo que sigue: comer carne se ha puesto por las nubes. Y es que los precios en origen del porcino ibérico, del vacuno de carne y del ovino están en España en niveles históricos; los del cerdo blanco también son altos, lo mismo que los del pollo. Esta situación se trasladará a los consumidores, como ya se ha notado en el IPC del mes de agosto en el caso de la carne de cordero. ¿Por qué se ha llegado a esta situación?
Pues las razones son diferentes dependiendo de cada uno de los sectores, pero la realidad es que, entre la reducción de la cabaña ganadera y el aumento de la demanda, por el tirón bien del consumo interno en el cerdo ibérico o de las exportaciones en vacuno y ovino, los precios de los animales se han disparado.
Como la cabaña ganadera no se recupera de un día para otro, especialmente en el bovino, quedan meses de cotizaciones por las nubes, salvo acontecimiento inesperado. Lógicamente lo anterior debería desembocar en un descenso del consumo de carne. Y esto es justamente lo que se recomienda en el documento con las conclusiones del Diálogo Estratégico sobre la PAC del futuro presentado por sus autores y la propia presidenta de la Comisión Europea: que se consuma menos carne.
Mientras tanto, en el sector del vino tinto se vive la situación contraria, porque el consumo no tira. Las bodegas están utilizando este argumento para bajar los precios de la uva tinta, insisto, con el consiguiente enfado de los viticultores.
Se trata de una situación generalizada que afecta a la mayor parte de las regiones productoras. Las organizaciones agrarias han pedido a las autoridades correspondientes que tomen cartas en el asunto y que se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria. Mientras tanto, en los vinos blancos el consumo aumenta y tira los precios de la uva, que no plantean problemas.
Es la cara y la cruz que se vive dentro de un mismo sector, en plena vendimia en estos últimos días del verano.
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