El bienestar animal y su importancia en la empresa pecuaria

El próximo día 16 de septiembre me va a caber el honor de dictar una conferencia en el marco de la Real Academia de Ciencias Veterinaria de España, tal y como queda explicitado en la invitación que me permito poner al final de la presente nota.

La misma va a versar, tal y como lo refleja la mencionada invitación, sobre el complejo binomio técnico que conforman la economía de la producción pecuaria y el bienestar animal zootécnico.

Las principales conclusiones a las que llego, afrontando el tema del bienestar zootécnico de la base animal de las empresas pecuarias desde una perspectiva absolutamente empresarial son seis, dejando de lado las elucubraciones antropomórficas, antropocéntricas y emocionales, a que tan propensos son los colectivos que se autodenominan “ecologistas”, “protectores de los animales”, “salvadores del planeta”, etc. etc.

La primera es que si una ganadería tiene unos alojamientos y unas instalaciones correctas; en ella labora una mano de obra (M.O.) adecuada y suficiente, además, aplica aceptablemente bien las MTD´s, pero que no logra controlar correctamente las variables responsables del criptoclima y su evolución en el tiempo (T, Hr, velocidad del aire, intensidad lumínica, etc.), va a ser muy difícil que, la mayoría de los animales de renta de su base animal, se encuentren en una adecuada situación de bienestar animal zootécnico.

La segunda es que en toda granja la bondad técnica de sus alojamientos e instalaciones, su adecuado manejo y su conservación y actualización continuas, son absolutamente claves. De ahí la importancia de elaborar en ella de unos técnicos cualificados (veterinarios e ingenieros agrónomos, fundamentalmente).

La tercera es que si, en una granja, un número importante de los animales de renta implicados se hallan, durante un periodo significativo de tiempo, en situación de NO adecuado Bienestar Animal, la base animal, globalmente considerada, no podrá expresar adecuadamente, en este periodo de su ciclo vital útil, su verdadero potencial productivo real.

En este caso, lógicamente, no se podrán alcanzar, por la mencionada situación de no B.A., los estándares técnicos requeridos, en lo que atañe a la cantidad y a la calidad de sus producciones y, paralelamente, se incrementarán ineludiblemente sus costes de producción. Esta situación perjudicará significativamente la competitividad y la rentabilidad de la misma.

La cuarta conclusión es que si se incrementan los costes de producción ello dará lugar, irremediablemente a que el I Margen Bruto se vea inmediatamente negativa y directamente afectado. Luego, en virtud de la denominada “cadena interna de transmisión económica”, también se verán negativamente afectados el II y por supuesto, el III Márgenes Bruto. Por lo tanto: el NO BIENESTAR ANIMAL de la base animal perjudica el resultado económico final de la empresa ganadera.

Y la quinta es que la cuestión del Bienestar Animal, en toda empresa pecuaria, es una compleja característica técnica (en base zootécnica y de naturaleza multifactorial) que tiene siempre una importante, inevitable y significativa incidencia, de índole económica, en su balance final.

Y la sexta y última es que en contra de lo que piensa y pienso que cree un porcentaje importante de nuestra sociedad, son siempre los empresarios pecuarios y los técnicos directa e indirectamente implicados (empezando, naturalmente por los veterinarios), los más interesados en lograr constantemente., en toda base animal protagonista, el mejor nivel global posible de bienestar animal zootécnico.

En razón de las conclusiones referenciadas, complejas pero reales, la importancia del BIENESTAR ANIMAL ZOOTÉCNICO, insisto ZOOTÉCNICO, en la base animal de las granjas pecuarias del siglo XXI, en la U.E. – 27 y, por ello, también en España, adquiere cada día, nos guste o no, una importancia técnica con claras repercusiones económicas mayor.

Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito

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