El borrador del nuevo reglamento de transporte de animales de la Unión Europea. ¿Quién está al volante?

El transporte y todo el manejo que lleva alrededor suyo; antes, durante y después, afecta negativamente al bienestar de los animales afectados por el mismo, perjudica su salud y, paralelamente, también implica a la economía de los ganaderos receptores.

No en vano en las primeras descripciones de la neumonía bovina u ovina, se etiquetaba esta enfermedad como “Shipping Fever” (Fiebre del Transporte) y el caballo de batalla en cualquier cebadero de terneros es controlar la salud de los recién llegados. Y en este sentido, no debe olvidarse que la enfermedad respiratoria es la principal causa de muerte, enfermedad, tratamientos y pérdida de productividad, en esta actividad agropecuaria.

Los propios ganaderos, por tanto, son los primeros interesados en controlar, en la medida de lo posible, los factores de estrés que abren la puerta a esta enfermedad. No son los únicos, los consumidores están cada vez más mentalizados sobre el bienestar animal y un buen porcentaje de ellos (60 por 100 de los encuestados en el Eurobarómetro del pasado año 2023) está dispuesto a pagar “un poco más” por productos generados en las granjas con mayores niveles de bienestar-Se mida éste como se mida. Un 26 por 100 de los encuestados aceptaría hasta un 5 por 100 de incremento en los precios finales de compra.

Con esta “presión social”, cada día más fuerte, la Comisión se ha embarcado en una nueva regulación sobre el transporte comercial de los animales y ha requerido la opinión científica de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), la cual ha elaborado varios documentos referidos a diversas especies ganaderas. En este artículo repasaré lo concerniente al transporte de bóvidos.

La EFSA ha elaborado un detallado informe describiendo cómo las distintas fases del transporte pueden afectar al bienestar de los animales en estudio y ha emitido diversas recomendaciones al respecto.

El documento en cuestión tiene 122 páginas, de las cuales 19 se dedican a la bibliografía revisada.

Pues bien, en las recomendaciones aportadas se hacen tres referencias al tiempo de transporte.

  1. Las vacas en lactación deben ordeñarse cada 12 horas.
  2. Se recomienda que los tiempos de descanso en trayectos muy largos sean de 24 horas.
  3. Los terneros no destetados deben reposar 3 horas desde la última toma de alimento antes de ser embarcados y no deben permanecer más de 8 horas en el medio de transporte antes de ser desembarcados y provistos de alimento, bebida y descanso.

El borrador, sin embargo, como se tratará en la segunda parte del presente artículo, incluye numerosas menciones horarias, de las que mencionaré nueve que naturalmente condiciona de forma importante al mencionado transporte.

 

 

 

 

 

Paco González
Veterinario y Biólogo.
Consultor en manejo y sanidad de ganado vacuno

 

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