Diabetes insípida central

La diabetes insípida central es una patología debida a la deficiencia total o parcial de la producción de una hormona denominada vasopresina (hormona antidiurética o ADH) y cuya consecuencia clínica más evidente es la incapacidad para concentrar la orina de forma adecuada. Los pacientes con diabetes insípida presentan, como síntoma más destacado, poliuria y polidipsia (aumento de la cantidad de orina producida y de la ingesta de agua respectivamente). Su origen puede ser genético o adquirido y es más habitual en animales de mediana edad y geriátricos. Su etiología puede ser idiopática, aunque lo más habitual es que esté relacionada con tumores intracraneales (neoplasia hipofisaria) y, con menor frecuencia, con fracturas craneales por traumatismos craneoencefálicos graves.

En la especie canina, la prevalencia de diabetes insípida central en el perro es de 1 por cada 25000 perros. Se desconoce la prevalencia real en la especie felina porque solo existen diagnosticados en la literatura un número muy reducido de casos. Con un tratamiento adecuado, la poliuria y la polidipsia se controlan generalmente de forma adecuada, permitiendo una calidad de vida excelente tanto para el paciente como para el tutor con unos mínimos cuidados. Si el origen del problema es una neoplasia hipofisaria, el pronóstico es más sombrío y la calidad de vida disminuye, sobre todo si aparecen síntomas neurológicos por el crecimiento de la lesión.

Los hallazgos clínicos y laboratoriales s más destacables de un paciente con diabetes insípida central son la poliuria/polidipsia y la hipostenuria (baja densidad urinaria). Otras posibles causas de poliuria/polidipsia en perros son fallo renal crónico, piómetra, diabetes mellitus, hiperadrenocorticismo, fallo hepático, hipercalcemia y leptospirosis. Como es una patología con alteraciones clínicas no específicas y de baja prevalencia, el diagnóstico definitivo de la diabetes insípida central se realiza generalmente por exclusión de las otras causas de poliuria/polidipsia, siendo esencial llevar a cabo un protocolo diagnóstico exhaustivo.

Debido a que la diabetes insípida central cursa con poliuria y polidipsia severas es esencial, en primer lugar, constatar que la cantidad de agua que bebe el paciente excede los límites normales.

Un perro sano bebe, aproximadamente entre 50-60 ml/kg/día, considerándose anormal cuando la cantidad supera los 100 ml/kg/día. Además, es imprescindible realizar analíticas de sangre y orina.

En el hemograma no se suelen evidenciar alteraciones, mientras que la bioquímica puede mostrar, como hallazgo más común, una disminución leve de la uremia. Por otro lado, el urianálisis revela hipostenuria muy marcada, con una densidad generalmente menor de 1008.

La diagnosis de la diabetes insípida central se realiza  Una vez llevadas a cabo todas las pruebas laboratoriales y de imagen que permiten descartar las patologías más habituales que cursan con poliuria y polidipsia, generalmente las tres últimas patologías a descartar son la diabetes insípida central, la diabetes insípida nefrogénica (patología en la que, a pesar de haber producción suficiente de vasopresina en la neurohipófisis, el riñón no responde de forma adecuada y el paciente no concentra la orina) y la polidipsia primaria. Para diferenciar estas tres últimas posibilidades, se realiza una prueba denominada “test de privación de agua”, realizada en tres fases, como veremos en la segunda parte de este artículo.

 

 

 

 

María Constanza Bono
Facultad de Veterinaria
Universidad Cardenal Herrera CEU
Alfara (Valencia)

 

 

 

 

 

Juan José Ramos Pla
Facultad de Veterinaria
Universidad Cardenal Herrera CEU
Alfara (Valencia)

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