Diabetes insípida central (II)

Como avanzábamos en la primera parte del presente artículo, la diagnosis de la diabetes insípida central se realiza  una vez llevadas a cabo todas las pruebas laboratoriales y de imagen que permiten descartar las patologías más habituales que cursan con poliuria y polidipsia, generalmente las tres últimas patologías a descartar son la diabetes insípida central, la diabetes insípida nefrogénica (patología en la que, a pesar de haber producción suficiente de vasopresina en la neurohipófisis, el riñón no responde de forma adecuada y el paciente no concentra la orina) y la polidipsia primaria.

Para diferenciar estas tres últimas posibilidades, se realiza una prueba denominada “test de privación de agua”, realizada en tres fases:

  • FASE 1: Restricción de agua. Se reduce progresivamente la cantidad de agua en un curso de 3-5 días. Si en este tiempo el paciente concentra la orina y su densidad es superior a 1025, el paciente tiene polidipsia primaria (no hay problema hormonal, ya que el animal bebe más de lo normal por un problema conductual, y por ende, se diluye la orina). Si el paciente no concentra la orina, pasamos a la fase 2.
  • FASE 2: Supresión total del agua. Se suprime completamente el consumo de agua, se vacía la vejiga y se pesa al animal y se le mide la densidad urinaria cada hora. Si aparecen efectos adversos por la deshidratación (depresión, aumento de sodio, urea y creatinina en sangre) se suspende el test. Si hay una pérdida de peso del 5%, pero sin empeoramiento clínico del animal, se pasa a la fase 3.
  • FASE 3: Administración de desmopresina. Se administra desmopresina (análogo sintético de la vasopresina) y se mide la densidad urinaria cada 30 minutos. Si la densidad urinaria antes de la prueba es menor de 1008 y tras ella aumenta por encima de 1015, el paciente tiene diabetes insípida central completa (ausencia de producción de hormona antidiurética). Si antes de la prueba la densidad urinaria se encontraba entre 1008 y 1015, y aumenta tras la administración de desmopresina a más de 1015 el paciente sufre diabetes insípida central parcial (no hay falta completa de producción de vasopresina, sino una disminución de su producción). Si la densidad urinaria se mantiene igual antes y después de la prueba, el paciente padece una diabetes insípida nefrogénica (el paciente no responde a la administración de desmopresina porque el problema se encuentra en los receptores renales de la hormona antidiurética).

Debido a la posible aparición de complicaciones severas del test de supresión de agua, éste debe realizarse con un control estrecho y siempre con el animal hospitalizado.

En caso de no poder realizarse el test de privación de agua, una opción razonable es administrar desmopresina en el saco conjuntival, y hacer un seguimiento de cantidad de agua que bebe el paciente y la orina producida durante 5 días, midiendo la densidad urinaria al quinto día.

Se confirma el diagnóstico de diabetes insípida central si tras la administración de desmopresina disminuye considerablemente la ingesta de agua, la producción de orina y, por consiguiente, aumenta la densidad urinaria.

Si esto sucede, la poliuria y polidipsia del paciente son secundarias a la disminución o ausencia total de la producción de vasopresina en la neurohipófisis.

El tratamiento de la diabetes insípida central es la administración de desmopresina en gotas en el saco conjuntival (1-4 gotas) inicialmente 3 veces al día, reduciendo progresivamente la frecuencia hasta llegar a la dosis mínima efectiva en función de la respuesta de cada paciente. El tratamiento es sencillo, generalmente de por vida y el paciente suele mostrar mejoría en menos de una semana.

Concluyendo: la poliuria y polidipsia observada en un paciente con diabetes insípida central, es consecuencia de la ausencia o disminución de la producción de vasopresina en la neurohipófisis. Al no haber producción de vasopresina o ser insuficiente, ésta no se une a los receptores V2 de las membranas de las células tubulares del riñón y no se reabsorbe agua.

Esto hace que el paciente aumente su volumen de orina y, secundariamente, beba mucho. Es muy importante llevar a cabo un protocolo diagnóstico completo que permita diagnosticarla ya que, de no ser así, las complicaciones como deshidratación severa y alteraciones electrolíticas pueden ser peligrosas e, incluso, letales.

 

 

 

 

María Constanza Bono

 

 

 

 

 

Juan José Ramos Pla
Facultad de Veterinaria
Universidad Cardenal Herrera CEU
Alfara (Valencia)

 

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