FAO y el índice de los precios de los alimentos y de los ganaderos
El índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en un promedio de 120,8 puntos en julio de 2024, ligeramente por debajo de su cifra revisada de junio, ya que el descenso del índice de precios de los cereales contrarrestó los aumentos de los índices de precios de los aceites vegetales, los productos cárnicos y el azúcar, mientras que el índice de precios de los productos lácteos permaneció prácticamente invariable. En general, el índice se mantuvo un 3,1 % por debajo de su valor correspondiente del año anterior y un 24,7 % por debajo del máximo de 160,3 puntos alcanzado en marzo de 2022.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO registró en julio un promedio de 127,7 puntos, manteniéndose casi invariable desde junio y ubicándose 8,6 puntos (un 7,2 %) por encima de su valor de hace un año, ya que el descenso de las cotizaciones de las leches en polvo prácticamente compensó el aumento de las de la mantequilla y el queso. Las cotizaciones mundiales de las leches en polvo descendieron en julio, como consecuencia de la atonía de la demanda de importaciones, sobre todo de suministros al contado, en parte debido a la pausa estival de la actividad comercial en Europa occidental, pese a la escasez de existencias y al descenso estacional de la producción lechera en Oceanía. Por el contrario, las cotizaciones internacionales de la mantequilla aumentaron de forma moderada por décimo mes consecutivo a raíz de las limitadas disponibilidades exportables, principalmente en Europa occidental, como resultado de la solidez de las ventas internas, la escasez de existencias y la caída estacional de la producción lechera. Por su parte, los precios mundiales del queso aumentaron ligeramente, debido sobre todo al volumen elevado de las ventas internas en Europa occidental.
El índice de precios de la carne de la FAO se situó en julio en un promedio de 119,5 puntos, es decir, 1,5 puntos (un 1,2 %) más que en junio, ubicándose 1,0 puntos (un 0,8 %) por encima de su valor de hace un año. En julio, los precios internacionales de la carne de ovino y bovino aumentaron, principalmente a causa de la gran demanda de importaciones y la caída estacional de la oferta de animales para el sacrificio en Oceanía. Por su parte, aumentaron los precios internacionales de la carne de aves de corral debido a la fuerte demanda de importaciones, especialmente del Cercano Oriente y África del Norte, ante los problemas de producción causados por enfermedades animales, en particular los brotes de gripe aviar, en varias de las principales regiones productoras. Por el contrario, los precios de la carne de cerdo disminuyeron ligeramente, como consecuencia de una oferta excedentaria en Europa occidental por la debilitación de la demanda externa e interna que, al parecer, se vio agravada por la apertura de una investigación antidumping en China y las continuas limitaciones para acceder a los mercados extranjeros debido a los brotes de peste porcina africana.
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