La presencia de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) sigue progresando en España

A pesar de los esfuerzos que hacen las distintas administraciones y, especialmente, los ganaderos, la Enfermedad Hemorrágica Enzootica (EHE), que llegó a España en el año 2022, sigue conquistando, a pesar de las medidas adoptadas, zonas geográficas en España, aunque, afortunadamente, no afecta a los humanos.

Es una enfermedad pues con una incidencia creciente y que es de declaración obligatoria, tal y como lo establecen los reglamentos que rigen actualmente en la Unión Europea (U.E. – 27).

Al día de hoy, está oficialmente presente en Portugal, en el sudeste de Francia y en las islas de Cerdeña y Sicilia en Italia.

En este año 2024, en España, de acuerdo con la última información facilidad por el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) de Algete, se han registrado nuevos casos de EHE en Ciudad Rodrigo, en Guadalajara (Cogulludo) y en Orense (Verín), sumándose a las 257 comarcas veterinarias de nuestro país donde se detectó la enfermedad en los años 2022 y 2023.

Recordemos que la Enfermedad Hemorrágica Enzootica es una enfermedad vírica infecciosa pero no contagiosa. Su transmisión la realizan los mosquitos del género Culicoides y, hasta el presente, solo afecta a rumiantes domésticos y salvajes (la incidencia cuantitativa de estos mosquitos se dispara cada año cuando llegan las temperaturas veraniegas).

Afecta fundamentalmente, cuando se trata de animales domésticos, al ganado vacuno y en una notable menor medida al ganado ovino y excepcionalmente al ganado caprino; en lo que se refiere a la fauna salvaje, los principales afectados son los ciervos (que constituye una población importante en España) y, con una menor incidencia, se ven también implicados los gamos y los corzos.

Desde una perspectiva general, el principal problema en España está en el ganado vacuno, especialmente, en el ganado vacuno de carne cuya base animal reproductiva está sujeta, en muchos casos a modelos de explotación extensiva y/o semi – extensiva y que, consecuentemente, se ubica habitualmente en las zonas de pasto.

Los síntomas más habituales son: fiebre, secreciones nasal y ocular, inflamación de la lengua, úlceras en la boca (lo que comporta problemas para comer y beber), inflación de las pezuñas, debilitamiento general del animal lo que afecta a los procesos reproductivos (algunas interrupciones de los embarazos y también un aumento de los nacimientos de animales débiles y con poco peso).

Hasta ahora no había en España ni en el resto de la Unión Europea (U.E. – 27) una vacuna disponible. Afortunadamente, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) acaba de informar sobre la autorización de uso de la primera vacuna en Europa frente al serotipo 8 del virus de la enfermedad EHE (Enfermedad Hemorrágica Epizoótica).

Se trata de una vacuna inactivada, que ha sido autorizada de forma de momento temporal por el procedimiento de emergencia y que cumple con las condiciones de seguridad y eficacia exigidas por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para este tipo de productos.

Obviamente, con la aparición de esta vacuna cambiará positivamente la estrategia de la lucha contra la EHE (hasta hoy basada en la desinsectación, siempre con los productos autorizados, de las bases animales, de las instalaciones y de los alojamientos, así como de los medios de transporte).

No obstante, a pesar de esta buena noticia, el sector sigue demandando, con carácter de urgencia, que las diversas administraciones activen, en este año 2024, las diversas líneas de ayuda destinadas a cubrir las bajas, pero también las pérdidas económicas, que esta enfermedad genera a los ganaderos.

Y es que, hoy por hoy, la EHE no deja de ser un problema sanitario importante, pero también de elevada trascendencia económica, para muchas de nuestras ganaderías basadas en los rumiantes. Es un palo más en la rueda de las mismas.

Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito