Bacterias en los pollos de las bandejas de LIDL, una repetida posverdad

Según ha publicado la revista digital de CÁRNICA el pasado 18 de junio, el pollo volvió a ser protagonista en todos los medios de comunicación y una vez más, por una noticia falsa.

La ONG, Observatorio de Bienestar Animal, distribuyó un comunicado en el que afirmaba que Lidl tenía un 70 por 100 de sus bandejas de pollo contaminados con bacterias resistentes a los antibióticos.

La noticia ha corrido como la pólvora y la cadena ha emitido un comunicado desmintiéndolo. Desde la Revista Cárnica se han puesto en contacto con el departamento de prensa de LIDL, no solo para conocer su versión, si no para saber si van a emprender acciones legales contra esta asociación que ya ha vertido “dos noticias falsas contra ellos, en la misma línea que esta última”.

Desde Lidl España han querido dejar constancia de que “su prioridad es garantizar la calidad de los productos y realizan exhaustivos controles de calidad a través de toda la cadena de suministro a través de organismos independientes y acreditados”. 

Y, además, afirman que, “todos nuestros proveedores cuentan además con avales de certificación internacionalmente reconocidos como International Food Standard (IFS) o el British Retail Consortium (BRC) que certifican los más altos estándares de calidad, y en especial la seguridad alimentaria”.

En la conversación de CÁRNICA con Lidl España, también nos recuerdan que “no es la primera vez que esta organización lanza una acusación contra Lidl a través de los medios de comunicación y sin contrastar su información previamente con nosotros”. Y afirman que las dos últimas denuncias “resultaron ser falsas” y que están barajando la opción de “emprender acciones legales contra esta asociación para defender nuestro honor y nuestra reputación”.

Lidl incide en el hecho de que cuentan con “certificados de análisis -realizados por Lidl y por nuestros proveedores a través de laboratorios acreditados- que contradicen categóricamente la información de su estudio”. Y además, recuerdan que “los artículos supuestamente analizados en este estudio son producidos por proveedores que suministran carne de pollo a una gran mayoría de las cadenas de distribución españolas”.

Lidl tachado estas denuncias como “cruzada con el único objetivo de presionarnos para formar parte del Compromiso Europeo del Pollo (ECC)”. Y han querido confirmar que: “como empresa referente en bienestar animal, tanto en España como en Europa, apoyamos todas las iniciativas en favor de dicha causa, incluidos los objetivos que defiende el ECC -que compartimos y en los que ya estamos trabajando- si bien, solo nos podemos comprometer con aquellas medidas que tengamos la seguridad de poder cumplir de manera realista tanto en la forma como en los plazos en cada uno de los mercados”.

Y reclaman que “para poder cumplir plenamente con las exigencias del Compromiso Europeo del Pollo de aquí a 2026, se necesita una amplia alianza de toda la cadena, entre el sector de la distribución, los productores, la industria avícola y las ONG’s, entre otros”. Y confirman que se lo han trasladado desde el grupo Lidl a los representantes internacionales del Compromiso Europeo del Pollo (Open Wing Alliance) con los que se han mantenido varias conversaciones a lo largo de estos meses.

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