La compleja realidad del sector cunícola en España
Como muy bien ha explicado la directora de la Organización Interprofesional para Impulsar el Sector Cunícola, INTERCUN, doña Mari Luz de Santos y se ha publicado en el ÁGORA TRIBUNA del presente Boletín nº205 de ÁGORA TOP GAN, el principal problema con que se enfrenta actualmente este sector pecuario en nuestro país, es el descenso continuado, a lo largo de estos últimos casi 20 años, a pesar de todas las acciones que se han emprendido, del consumo de la carne de conejo.
Partiendo de los datos oficiales de consumo (datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación), éste ha pasado de los aproximadamente 1,52 Kg. per cápita del año 2000 a los 1,35 Kg. per cápita del año 2010; a los 0,90 Kg, per cápita del año 2000 y a los aproximadamente 0,65 – 0,70 Kg. per cápita del pasado año 2023.
Obviamente, a estos datos de consumo habría que añadir el autoconsumo, regulado por el Real Decreto 1547/2004, que también ha disminuido de una forma muy significativo.
La disminución de este autoconsumo ha sido y es debido, por un aparte, a la significativa disminución de la población del medio rural (actualmente y pasado, en gran medida, el “efecto pandemia”, la población rural española debe estar alrededor de las 7 millones de personas) y, por otra, a la evolución de su pirámide de población, caracterizada, en estos últimos años, por su envejecimiento y por los cambios, también aquí, en los hábitos de su consumo.
Pero al margen de todo lo expuesto por doña Mari Luz, con lo que estoy totalmente de acuerdo, hay un factor más a considerar que es, desde mi punto de vista, enormemente importante; se trata del aumento, también imparable, del conejo como “animal de compañía».
Como exponía, con mucha razón, doña Montserrat Riera del “Veter Center”; si bien los conejos son animales muy diferentes a los perros ya a los gatos, cada vez nos encontramos con más personas que optan por el conejo como animal de compañía; de hecho, es cada vez más habitual que sean un regalo para los niños debido a la imagen de tratarse de animales dóciles y de pelo suave y con los que no hay la obligación de sacarles a pasear”.
Lógicamente, la inmensa mayoría de las personas que tienen a esta especie en casa, como animal de compañía, y, en gran medida, su entorno, muy especialmente en el ámbito urbanita (que viene a suponer alrededor del 85 por 100 de la población total de nuestro país). dejan automáticamente de consumir la carne de conejo, aumentando la problemática existente del descenso de su consumo.
No es este el único caso en el Mundo; así, ejemplos que puede parecerse a lo que acontece con consumo de carne de conejo en España, pueden ser, en ciertas partes del mundo, los de las carnes de cuy, de perro o de caballo (en España, el caso de consumo de carne de caballo, por ejemplo, hemos pasado de los 100 gr per cápita del año 2010 a los 60 gramos per cápita del año 2020 y a los 20 gramos per cápita de la actualidad).
Y es que lo que realmente es imparable es el cambio de la mentalidad y del sentir general de nuestras sociedades en lo que respecta a las consideraciones emocional, ética y moral, de las bases animales, tanto en lo que respecta a los animales de renta como en lo que atañe a los animales domésticos o de compañía.
Ante todas estas realidades me parece enormemente difícil, por no decir cuasi – imposible, cambiar de forma significativa la tendencia negativa en el consumo de carne de conejo en España.
¡Ojalá esté muy equivocado!
Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito
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