La castración de las yeguas

 Yegua ovariectomizada.

Durante muchos años, la castración ha sido una práctica muy habitual en el caballo macho, con el fin de reducir su instinto; poder  tener un mejor manejo a la hora de la doma básica y lograr un comportamiento adecuado al relacionarse con caballos y con yeguas, cuestión que es especialmente importante en el caso de los caballos de competición.

En un tiempo algo más reciente, se pensó que la castración también podía ser adecuada en el caso de las yeguas, de tal manera que éstas no mostraran variaciones en su comportamiento durante el celo, algo que ocurre en algunas yeguas, consiguiéndose así que pudieran estar juntas con caballos enteros sin generar ningún problema, en competiciones, en paseos o en cualquier evento donde coexisten machos y yeguas.

Entre los comportamientos “estrales”, que pueden presentar las yeguas, cabe destacar los siguientes: tener una mayor sensibilidad en los flancos; protestar al ser apretadas con las piernas del jinete durante la monta,  dar lugar a problemas durante la monta e incluso, cocear.

A diferencia de las perras, en las que la ovariohisterectomía es una práctica habitual, en el caso de las yeguas, solo se realiza la extracción de los ovarios. La histerectomía (extirpación del útero) no se realiza debido a la complejidad que generalmente comporta el abordaje y la exposición del útero.

La ovariectomía bilateral es una cirugía empleada en las yeguas con el fin de eliminar o disminuir comportamientos indeseados debidos al celo, tal y como se ha comentado, pero también se realiza con el fin de tener una yegua ovariectomizada para investigación o como yegua receptora para transferencia de embriones, por ejemplo. En los casos de tumoración, quistes ováricos o hematoma, normalmente, solo se extirpará el ovario afectado.

Existen distintos abordajes para realizar esta cirugía, se encuentra la colpotomía, cuyo abordaje se puede realizar por vía vaginal, por el flanco, por la línea media ventral, e incluso, algunos cirujanos combinan distintos tipos de abordaje, por ejemplo, el acceso por el flanco mediante laparoscopia y la colpotomía para la extracción de los ovarios.

Es importante resaltar que los abordajes en los que se implica al abdomen, incluso aunque sean mínimamente invasivos, como es el caso de la laparoscopia, deben de realizarse en un hospital veterinario.

En la colpotomía, aunque también se accede al abdomen, no es de modo directo, sino a través de una incisión en el fundus vaginal, cerca del cérvix, por lo que, aunque idealmente, un hospital clínico es el lugar idóneo para realizarla, esta cirugía puede llevarse a cabo en un sitio adecuado, donde se cumplan las mejores y mayores condiciones de higiene posibles (algunas yeguadas disponen de un recinto al que habitualmente llaman “clínica” o “botiquín”, que cumple una  medidas de higiene que son significativamente mejores que las de las cuadras).

La colpotomía, que es el abordaje más utilizado en el campo, es una técnica no exenta de riesgo que requiere de una gran experiencia por parte del cirujano. La principal ventaja que tiene esta técnica es que se puede realizar en el  campo y no se necesita material excesivamente costoso, como puede ser el que se necesita para realizar la laparoscopia. Como instrumental importante y necesario, se utiliza un écrasseur (ecrasor) o constrictor de Cassaignac.

Pero debe señalarse que el mayor problema que presenta esta técnica, es que todo el proceso se realiza a ciegas, únicamente guiándose uno mismo por palpación, con lo que si no se es un experto en el tema, se puede llegar a confundir un ovario con el colon menor, lo cual comporta consecuencias fatales.

 

 

 

 

Carlos Parres
Teniente Coronel Veterinario
Diplomado Militar en Genética Y Reproducción Animal

 

 

 

 

Dra. Rosana Domingo Ortiz, PhD,
Certificado Español en Clínica Equina
Dpto. Medicina y Cirugía Animal
Facultad de Veterinaria CEU Cardenal Herrera

 

 Ovariectomía mediante laparotomía por el flanco.

 

Extracción laparoscópica de ovario (Fte. ACVS.org).

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