Aplicaciones prácticas de las algas en alimentación animal (II)
Continuando con lo expuesto en la primera parte de este artículo (Boletín ÁGORA TOP GAN nº 185) en el sistema digestivo de los animales hay un efecto prebiótico ya que la mayor parte de las fibras son solubles, siendo la laminarina muy resistente a la hidrólisis y actuando como una fibra dietaría.
Se ha visto en muchas pruebas realizadas con Laminarina un efecto de fermentación cecal con aumento de butírico y propiónico, y aumento de bifidobacterias en lechones, efecto en reducción de entero bacterias en colon de lechones, aumento de bifidobacterias y de ácido butírico en otras especies, etc. (Pruebas de: Devillé, 2007 / Gupta, 2011 / Smith 2011 / Sweeney 2011 / Lynch 2018).
En rumiantes se ha descrito un aumento de la digestibilidad de la ración con el suplemento de Ascophyllum nodosum, con un aumento de la producción de leche, mejora de la eficiencia y aumento de grasa en vacas de leche (Bendary, 2013).
En broiler se han descrito efectos positivos de suplementar con polimanuronatos con aumentos productivos y mejora del I.C. (Zhu, 2014).
Otro efecto muy estudiado es el antibacteriano de sustancias como los phlorotaninos, con estudios “in vivo” en porcino de efectos positivos contra coliformes (Dierick, 2010).
Si los taninos se extraen de plantas se diferencian en taninos hidrolizables (por ejemplo de castaño) o en condensados (por ejemplo de quebracho) con pruebas muy interesantes de su efecto bactericida, antioxidante, cicatrizante de mucosas, antiinflamatorio y astringente; los mismos efectos se han descrito para los phlorotaninos de las algas.
Hay una prueba en cerdas suplementadas con 30 g/día de Ascophyllum nodosum (Nickman Azizi, 2017) que valora la respuesta inmunitaria tanto en cerdas lactación como en lechones, con resultados muy positivos.
En resumen el extracto de esta alga aporta taninos, polimanuronatos, polisacáridos azufrados y ácido algínico con efectos de mejorar digestibilidad, mejorar calidad canal, mejorar producciones y mejorar inmunidad.
La otra aplicación de las algas en piensos son los esqueletos de estas algas, es decir aprovechar los minerales depositados en el fondo del mar una vez las algas mueren.
Están en el catálogo de materias primas para piensos tanto el Litothamnium Calcareum como el “Maerl” (mezcla de distintos Litothamnium), y también aparecen en el listado de materias primas orgánicas para usar en piensos ecológicos.
Uno de los Litothmanium Calcareum más interesantes para usar en piensos, es el tipo glaciale, que sólo aparece en la zona de Islandia y tiene unas características únicas ya que además del complejo mineral con más de 72 minerales en su composición tiene también polisacáridos. Es una fuente de calcio y magnesio en forma de carbonatos, además de aportar en pequeñas cantidades azufre, cloro, potasio, sodio, iodo, etc.
En su esqueleto hay un hidrogel intercalado dentro de la matriz que es el que favorece la solubilidad y biodisponibilidad de los minerales a cualquier pH y que al estar compuesto de polisacáridos inmunomoduladores tiene también un efecto positivo en los animales.
Otra característica de este Litothamnium o “árbol de roca” marino de la subespecie glaciale es la estructura polimórfica con aragonita, vaterita y calcita en la composición calcárea, y su alto contenido en magnesio, que lo convierten en una dolomita marina de alto poder tampón.
Sería un tampón nutricional, ya que además del efecto neutralizante de ácido y alcalinizante, aporta minerales que se absorben y tendrán efectos metabólicos positivos.
Alexandre Udina Bonet
Veterinario
alexudina@adial.es
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