Unas consideraciones a la revisión preliminar de la norma europea de bienestar animal
Dice un viejo refrán español: “el infierno está empedrado de buenas intenciones”. Tal vez este mismo refrán se pueda aplicar a los gestores del estudio preliminar acerca de la “nueva normativa propuesta en la Unión Europea (U.E. – 27) sobre Bienestar Animal”.
Desde mi punto de vista cabe preguntarse, con una visión exclusivamente técnica, dejando aparcadas las cuestiones emocionales y las “visiones antropológicas de la producción ganadera”, si esta revisión inicial de la “Normativa Europea Reguladora del Modelo de Producción Ganadera de Carne”, realizada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA. En sus siglas en inglés) y con vistas al primer trimestre del año 2024, al margen de poder ser, tal vez, considerada técnicamente desproporcionada o abusiva, va a mejorar realmente el bienestar de las bases animales por ella afectados.
Siempre he defendido y ahí están las hemerotecas para confirmarlo que, en la Unión Europea, las normas en las que se debe enmarcar toda producción ganadera, basada en los animales de renta (otra cuestión muy distinta es, por ejemplo, una granja productora de insectos), deben de estar basadas en evidencias científicas cualificadas e independientes. Además, las mismas deben tener presente, sí o sí, el impacto socio- económico de las mismas, considerando sus costes y, lógicamente, sus riesgos.
En estos momentos, por una parte, tenemos a la vista la eliminación total de las jaulas en la ganadería de la U.E. lo que afecta muy directamente, por ejemplo, al sector avícola de puesta, donde, probablemente, en España, un 60 por 100 del censo sigue en jaulas enriquecidas, y a la cunicultura donde del orden del 96 por 100 de la producción se realiza en jaulas.
Por otra parte, está la reconsideración de las cargas ganaderas. Así, por ejemplo, en el caso de las granjas productoras de carne de pollo (actualmente casi 4.850 en España), si la nueva norma llega a ser de aplicación obligatoria la “carga animal por metro cuadrado” pasaría de los actuales 33 kilos de pollo por metro cuadrado (normativa del año 2010) a 11 kilos por metro cuadrado (bien es cierto, que ya se está empezando a hablar de ir a los 22 kilos por metro cuadrado).
En cualquier caso, ello significaría, al margen de las muy importantes inversiones necesarias para mantener los niveles productivos actuales, incrementar de manera muy importante los costes de producción en las granjas y, consecuentemente, el P.V.P. de la carne de pollo.
No obstante, si se tienen en cuenta los actuales índices técnicos que se consiguen en las mencionadas granjas dedicadas a la producción de pollos para carne (por ejemplo: peso final vivo de 3 Kg.; I.C. = 1,65 y una GMD de 70 -80 gr/día) cabe preguntarse si esta base animal no está realmente en una adecuada situación media de bienestar animal (es evidente técnicamente que, si la base animal no está en una situación media adecuada de bienestar animal, no es posible conseguir los excelentes índices técnicos que se logran).
Por otra parte, si nos vamos al ganado porcino, por ejemplo, en una granja con unas 2000 cerdas reproductoras puede requerir del orden unas 480 parideras (si se supone una ocupación media de la paridera de 5 semanas y 2,46 partos teóricos/ cerda y año).
En este caso nos podemos encontrar con el hecho de que sea necesario reducir una sala de partos inicial, por ejemplo, para 22 cerdas a una para 16 cerdas lo que significa perder 6 parideras por sala. Luego, se necesitará, si se quiere mantener la estructura productiva, construir 8 nuevas salas con 16 parideras.
Teniendo en cuenta que el coste de una paridera es de unos 3.300 euros y que el coste de la remodelación supera los 25.000 euros/sala, la inversión total se dispara y se puede acercar, siendo conservadores, al millón de euros.
Ante estas cifras, aunque sólo sean meramente orientativas, cabe preguntarse qué porcentaje de las granjas actualmente activas en España (y, por supuesto en la Unión Europea, U.E.) podrá resistir económicamente este nuevo desafío, que está en nuestro horizonte., teniendo muy en cuenta los resultados del Eurobarómetro que comenté la semana pasada.
Pregunta: ¿no estaremos afectados en la actual U.E., como le sucedía a don Quijote, por un deterioro cognitivo, que cursa con manifestaciones recurrentes de alucinaciones visuales, en todo lo referente al Bienestar Animal?
Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito
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