La aplicación a la actividad pecuaria de la técnica de «acoso y derribo»

En estos últimos años y, especialmente a partir del año 2018, en el I Mundo, pero muy especialmente en la Unión Europea, como lo vengo manifestando reiteradamente en multitud de ocasiones y en foros realmente muy heterogéneos: “la producción ganadera, fundamental, pero no exclusivamente, la intensiva, está continuamente inmersa en una amplia y planificada operación de acoso y derribo”.

Se trata de una operación de largo alcance que utiliza filosóficamente argumentos como el “cambio climático”, “los derechos de los animales”, la ineficaz utilización de la S.A.U. etc., contando además, con recursos económicos abundantes. Éstos nacen de intereses comerciales muy concretos con visión a medio plazo (por ejemplo, sectores inversores; sectores de los alimentos plant based y de las carnes, huevos y productos lácteos cultivados, etc.).

Y así lo exponía, una vez más, hace unos días a mis alumnos remarcando que las presiones ejercidas, desde múltiples ángulos, por parte de los gestores de la mencionada operación (fondos de inversión, ONG´s, pseudo – científicos, ecologistas, ambientalistas, etc. etc.) se incrementan día a día.

Las últimas y desafortunadas declaraciones efectuadas desde la FENIL (que son muy acertadamente comentadas por don Xavier en este mismo boletín) o las nuevas normativas, que se “están cocinando en Bruselas”, y que va a afectar directamente al sector ganadero y, paralelamente, al cárnico, pueden servir como pequeño ejemplo de apoyo a mis afirmaciones.

Pero, paralela e incompresiblemente para mí, ni la sociedad, hablando en términos generales (que es la que se va a ver afectada en último término), ni nuestros dirigentes, salvo algunas relevantes excepciones, ni los propios sectores pecuarios, reaccionan adecuadamente a esta situación que no dudo en calificar de realmente grave y lo que me parece aún más grave: al día de hoy, irreversible.

Parece como si, en este caso, los afectados y probablemente yo el primero, nos hemos olvidado de aplicar adecuadamente la Tercera Ley de Newton que dice: “a toda acción le corresponde una reacción igual y opuesta”.

La mencionada realidad, desde un plano metafórico, me recuerda el cuento de la ranita que se la sumergió en un cazo con agua fría colocándose el mismo a continuación sobre un fuego lento.

Al principio, como recordarán todos los que conocen esta historia infantil, la ranita estaba encantada y nadaba feliz y  tranquila. Lo que la rana ignoraba, es que el agua se iba calentando poco a poco.  Así que, al poco tiempo, el agua fría se transformó en agua templada. Pero la rana se fue acostumbrando a esta subida progresiva de la temperatura y allí seguía, nadando plácidamente en el cazo.

Sin embargo, poco a poco, el agua siguió subiendo de temperatura. Tanto, que llegó a estar tan caliente, que la rana murió abrasada. Lamentablemente, ella no se había percibido que la temperatura del agua había ido subiendo gradual e inexorablemente; se fue acostumbrado y la consecuencia de este “acostumbramiento” le fue fatal.

Este síndrome, denominado de la rana hervida o abrasada, es una analogía, que está tomada de un libro escrito por el filósofo franco-suizo Olivier Clerc, y hago aquí referencia a la misma para describir argumentalmente el mencionado proceso de “acoso y derribo” a la actividad pecuaria, en España y en muchas partes de la Unión Europea (U.E. – 27)..

Y finalmente acontece el desaguisado cuando el proceso descrito nos parece progresivamente lento o de poca trascendencia. Por esta razón sus daños son percibidos como a largo plazo o, sencillamente, no son percibidos.  La falta de una conciencia social real, en la actual Unión Europea, ante lo que está sucediendo genera, como ya se ha comentado, que no haya reacciones o que éstas sean tibias y/o tardías.

Por esta razón no se va lograr evitar y/o revertir los daños que se van generando, que, especialmente en el caso de nuestra producción ganadera intensiva, no son precisamente pocos.

Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito

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