Deformidades flexurales en potros (II)

Como se indicaba al final de la primera parte de este artículo, en la realización del diagnóstico,  la observación y la palpación son fundamentales.

Ello significa que  debe observarse al potro en estación, ver la alineación de las extremidades en el plano sagital, pero también en el frontal puesto que, en ocasiones, coexisten patologías flexurales y angulares simultáneamente. Se observará también con atención al potro en movimiento fijándose especialmente en la manera en la que apoya el casco en el suelo.

La palpación es otra de las pruebas fundamentales, dentro del examen físico del potro, puesto que de su resultado dependerá, en parte, el tratamiento. Se trata de realizar una extensión forzada de la extremidad (siempre con sumo cuidado). Si se consigue aproximarse a una alineación normal, se dice que la deformidad es reducible, lo que significa que puede resolverse de forma conservadora. Si no se consigue reducir la deformidad, se dice que es irreducible y el tratamiento deberá ser más agresivo y normalmente implicará tratamiento quirúrgico.

Como prueba complementaria se realizarán radiografías. La radiografía apoya el diagnóstico clínico y ayuda a su vez en la clasificación de las deformidades flexurales por hiperflexión. Hay dos tipos según el grado de deformidad cuando se ve afectada la articulación interfalángica distal:

  • Grado 1: cuando el ángulo descrito entre la pared dorsal del casco y la suela es mayor de 60º y menor de 90º (la superficie dorsal del casco no pasa más allá de la vertical). Tal y como se refleja en la Figura A.
  • Grado 2: este ángulo es mayor de 90º, la superficie dorsal del casco pasa más allá de la vertical, como se ven en la figura B.

 

      

Figura A                                         Figura B

Con respecto al tratamiento, éste dependerá de varios factores: edad, articulación afectada, reducible o no y grado.

El objetivo, en los casos de deformidades flexurales y angulares, es resolverlas cuanto antes, cuanto más joven sea el potro. Los tratamientos son mucho más efectivos cuanto menor sea la edad del potrillo.

Aquí, en los casos de deformidades flexurales del menudillo y del carpo, son muy efectivos los ejercicios de rehabilitación.

Se realizan estiramientos de la extremidad afectada, que se mantienen durante 15-30 segundos, seguidos de relajación o cese del estiramiento. Y se vuelven a repetir. Son sesiones de unos 10 min que se deberían repetir entre 3 y 6 veces al día.

Se puede administrar algún antiinflamatorio no esteroideo (AINE) en caso de dolor producido por los estiramientos.  Estos antiinflamatorios son muy eficaces a la hora de aliviar el dolor y la inflamación. Son un grupo muy numeroso de medicamentos, tanto en su composición como en su modo de actuar, pero todos ellos comparten su acción antiinflamatoria, analgésica (frente al dolor) y antitérmica (disminuyendo la temperatura corporal).

Esta acción habrá de verse acompañada por un protector gástrico con el fin de evitar la formación de úlceras gástricas (una patología que es  muy grave en el potro).

Cómo se procede cuando el potro ya tiene 15 días o más, se tratará brevemente en la tercera parte de este trabajo.

 

 

 

 

Dra. Rosana Domingo Ortiz, PhD,
Certificado Español en Clínica Equina
Dpto. Medicina y Cirugía Animal
Facultad de Veterinaria CEU Cardenal Herrera

 

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *