Transporte no refrigerado de carne de porcino; un nuevo episodio

Es el cuento de nunca acabar. En España el número de atentados contra la salud pública no disminuye. Cabe esperar que el Gobierno que surja de las próximas elecciones generales incida con todo su poder esta cuestión. 

En este caso, como consecuencia de las labores de protección de la salud pública en la cadena alimentaria, que, afortunadamente, la Guardia Civil lleva a cabo de manera permanente, eficiente y eficaz, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de Salamanca, «ha intensificado» en el presente mes las labores de inspección.

En dos de estos controles, los pasados días 3 y 6 de julio, funcionarios del Seprona inspeccionaron dos camiones de transporte de carne de cerdo en los términos municipales de Béjar y Guijuelo.

Según la información facilitada por la Comandancia de Salamanca, en estos controles comprobaron que se trataban de camones isotermos antiguos, que no eran «aptos ya para el transporte de productos perecederos o congelados».

En ambos casos carecían de «un sistema de refrigeración en funcionamiento». Además, en uno de ellos, la zona de carga presentaba «óxido y suciedad acumulada».

En el primero se transportaban 1.554 kilogramos de carne congelada y en el segundo un total de 2.794 kilogramos de carne fresca y congelada, toda ella de cerdo, «con pérdida total de la cadena de frio».

Ante esta situación, en colaboración con veterinarios del Servicio de Sanidad de la Junta de Castilla y León, la Guardia Civil ejecutó la inmovilización y depósito del total de 4.348 kilogramos de carne.

Según ha informado la Guardia Civil a Europa Press, los dos conductores controlados son considerados infractores de la normativa sobre salud pública y sanidad alimentaria de Castilla y León.

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