Manejo de la reproducción y rentabilidad de la vaca nodriza (II)

En lo que se refiere a la programación de parideras, tanto en la España húmeda como en la seca (Dehesa) se planifican parideras concentradas (Figura 1) o continúas.

Partos de otoño en la España húmeda

E            F            M           A           M           J           Ju            A           S            O           N             D

P = partos, C = cubriciones, RS = reserva de pasto para siega, S = suplementación con silo/heno, D = destete

Partos de otoño/invierno en la España húmeda

E            F            M           A           M           J           Ju            A           S            O           N             D

P = partos, C = cubriciones, RS = reserva de pasto para siega, S = suplementación con silo/heno, D = destete

Paridera concentra más frecuente en la España seca (Dehesa)

E            F            M           A           M           J           Ju            A           S            O           N             D

P = partos, C = cubriciones, S = suplementación con paja/”tacos”, D = destete

Figura 1. Programación recomendable de parideras concentradas en España

La paridera concentrada logra mejores resultados económicos que la continua debido a sus menores gastos en alimentación, mano de obra y energía fósil.

Los ganaderos defensores de la paridera continua se apoyan en que con ella se logra al menos 5-6 puntos porcentuales adicionales de fertilidad respecto a la concentrada y se satisface adecuadamente la demanda de los cebaderos al disponer de terneros destetados durante todo el año, lo que tiene que ver con el precio.

En las zonas costeras y llanas de alta producción pascícola de la España húmeda, según datos recabados del Centro de Investigación Agraria de la Junta de Galicia, los partos de otoño logran mejores resultados que los de invierno-primavera: alrededor de 500 versus 450 kg de ternero destetado/ha en zonas bajas y 300 versus 240 kg en zonas de montaña.

Los partos de otoño, en áreas bajas, sólo exigen suplementación con silo (en torno a 5.500 kg de silo de hierba/vaca) y en las altas además unos 200 kg de concentrado/vaca, mientras que con los de primavera, en zonas bajas, se tiene que suplementar con 7.000 kg de silo de hierba/vaca y 100-120 kg/ternero en verano y otoño teniendo que suplementar en las zonas de montaña además de con silo con 100-125 kg de concentrado por vaca y otros 100- 125 kg/ternero.

En general los partos de primavera, en La España húmeda, están indicados en zonas con inviernos largos y donde se practique la subida a puertos.

En la Dehesa parideras concentradas de septiembre- octubre a marzo o incluso más cortas, de octubre a enero, son recomendables a tenor los resultados económicos que reflejamos en la Tabla 1.

Tabla 1.  Efecto de la fecha de parto sobre el margen neto (MN) por vaca expresado en índices.

Fuente: Daza (1990, 2010)

Los partos de septiembre a enero, en la Dehesa cálida (en la fría pueden retrasarse un mes), son los que generan mejores rendimientos económicos, mientras que los de abril a agosto logran menores índices debido a la mayor suplementación de las vacas y a la reducción del peso de los terneros al destete en 25-30 kg.

En la Dehesa, cuando la paridera continua logre fertilidades superiores en 10 puntos a la concentrada el margen neto por vaca y año de ambos manejos pueden aproximarse, aunque las diferencias serían variables según año climatológico

En la tercera parte de este trabajo empezará tratando la sincronización-inducción de celos dirigida a la inseminación artificial a tiempo fijo (IATF).

Dr. Argimiro Daza
Catedrático de Producción Animal
Profesor Emérito de la Universidad Politécnica de Madrid