Los consumidores españoles disminuyen el consumo de proteína cárnica
Según ha publicado la revista CÁRNICA y de acuerdo con el “Informe sobre el Consumo Alimentario en España 2022”, presentado el pasado 29 de junio por el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, don Luis Planas, el consumo de proteína cárnica, por parte de los españoles, muy consumida durante la pandemia y la etapa de restricciones, fue en el pasado año 2022 inferior que en años anteriores. Una tendencia que se viene observando desde el año 2008.
Otro aspecto relevante que refleja este informe es que a lo largo del pasado año 2022 se ha reducido el número de consumidores que podrían considerarse plenamente omnívoros en beneficio de los flexitarianos, los vegetarianos y los veganos.
Según se desprende del informe, la compra de carne -que incluye carne fresca, carne congelada y carne transformada– se ha reducido un 12,7 por 100, aunque la facturación de este producto decrece a un menor ritmo (5,4 por 100), debido a que el precio medio crece un 8,4 por 100 con respecto al año 2021.
El informe compara la evolución con la época pre – pandémica, apreciando un decrecimiento en el volumen incluso superior (13,4 por 100) aunque el valor aguanta mejor la caída (1,9 por 100), debido a que, el precio medio, ha sido un 13,3 por 100 más elevado.
El estudio constata también que el 19 por 100 del valor para alimentación y bebidas en el hogar fue destinado a la compra de carne durante el año 2022, lo que supone el equivalente a un gasto de 303,60 € por persona al año, una cantidad un 5,3 por 100 inferior a la del año 2021 y un 2,2, por 100 inferior a la del año 2019.
Por su parte, el consumo per cápita fue de 39,07 kilos per cápita al año, una ingesta que disminuye un 12,7 por 100 con respecto a 2021 y un 13,7 por 100 desde el año 2019.
La tendencia decreciente en el consumo de carne se observa en cualquiera de los tres tipos de carne.
En este sentido, tal y como señala el informe presentado ayer por el MAPA, el 70,6 por 100 de los kilos de carne que se adquirieron en el año 2022 para consumo doméstico fueron de carne fresca, aunque este segmento experimentó una reducción de la demanda del 13,8 por 100 con respecto al año anterior.
En valor, este segmento alcanzó una cuota del 63,5 por 100, aunque también retrocede, en un 5,8 por 100 con respecto a 2021.
La categoría carne fresca incluye los siguientes tipos de carne: carne de vacuno, carne pollo, carne de ovino/caprino, carne de cerdo, carne conejo, otras carnes frescas (avestruz, pavo, resto de carnes frescas no contempladas anteriormente), despojos ternera, despojos pollo, despojos cordero, despojos de cerdo, despojos de otras procedencias.
La carne fresca de pollo es quien lidera el segmento de carne fresca, aunque pierde un 12,9 por 100 de demanda con respecto al año 2021. Mientras, en valor representa el 28,3 por 100 siendo el tipo de carne fresca que mejor aguanta la caída en facturación, perdiendo un 1,2 por 100 de valor con respecto al año 2021.
Por otro lado, la carne fresca de cerdo fue el segundo tipo de carne con mayor proporción de volumen dentro del segmento. Su cuota alcanzó el 31,2 por 100 en volumen, con una correspondencia en valor del 30 por 100 y aunque pierde tanto volumen como valor, lo hace a un ritmo inferior al promedio (10,8 por 100 y 4 por 100 respectivamente).
Por último, la carne fresca de vacuno se ha situado como el tercer tipo con mayor proporción de compras. Es responsable del 13,9 por 100 del volumen total de la categoría, siendo su correspondencia en valor mucho más alta (22 por 100), aunque también pierde intensidad de compra, perdiendo un 19,3 por 100 de volumen y un 10,5 por 100 de valor.
En cuanto a la carne transformada, esta se situó con cuotas en volumen y valor del 27,0 por 100 y 34,9 por 100, respectivamente, ganando presencia en el mercado con respecto al año 2021 debido a que es el tipo de carne que mejor aguanta la caída, tanto en volumen como en valor, reduce un 4,9 por 100 su compra y un 8,9 por 100 su facturación.
Esta categoría incluye jamón curado y paleta, lomo embuchado normal e ibérico, chorizos, salchichón y salami, fuet y longanizas, jamón cocido, paleta cocida y fiambres, entre otros.
Con respecto al año 2019, los hogares adquirieron, en el año 2022, un 7,4 por 100 menos de estos productos, aunque pagaron por ellos un 11,1 por 100 más, lo que ha provocado que, en términos de facturación, este sector haya crecido un 2,9 por 100 con respecto al año 2019.
Los hogares españoles destinaron en el año 2022 a esta categoría el 6,64 por 100 del presupuesto medio, lo que implica un gasto por persona en el año de 106,03 €, una cantidad un 3,9 por 100 inferior a la del año 2021 aunque un 2,6 por 100 superior a la del año 2019.
Por último, la compra de carne congelada supuso un 2,4 por 100 del total, tras disminuir un 16,1 por 100. Su cuota en valor fue del 1,6 por 100 facturando un 21,4 por 100 menos que en el año 2021.
El mencionado “Informe sobre el Consumo Alimentario en España 2022” también analiza los canales con mayor proporción de compra de proteína cárnica.
En este sentido, el supermercado y autoservicio son los canales que concentraron en el año 2022 mayor proporción de compras de carne, con casi la mitad del mercado (49,6 por 100). Además, aguanta la caída mejor que el promedio, perdiendo un 10,4 por 100 de volumen (vs 12,7 por 100 del mercado).
El volumen comprado de carne se redujo para todos los canales, siendo la caída más pronunciada la de la tienda descuento, que perdió un 18,6 por 100. Le sigue la contracción en las compras de la tienda tradicional, con un 13,5 por 100
de retroceso en volumen, siendo esta plataforma responsable de distribuir el 21,2 por 100 del volumen total de carne.
Por su parte, el hipermercado y el e-commerce perdieron un 16,9 por 100 y un 14,4 por 100 de volumen con respecto al año 2021.
En cuanto al e-commerce, éste representa en este producto un 1,5 por 100 del volumen distribuido, una proporción inferior a la del resto de la alimentación (2,3 por 100).
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!