Emergencia cinegética en Castilla y León. Plan de control del jabalí
Una de las consecuencias de la despoblación en el medio rural es precisamente la expansión y crecimiento de las poblaciones silvestres y, en ellas, cinegéticas.
En el medio urbano no hay conciencia de este problema. Es una situación grave que crece a medida que desciende la población humana. Desciende la presión sobre la fauna salvaje y sobre las especies cinegéticas y esto provoca un aumento desmesurado de las mismas.
En este marco la población de jabalíes en nuestro país se estima en un millón de ejemplares y se prevé que se duplique de aquí al año 2025. Se trata de una especie con una enorme plasticidad que se adapta al territorio y que donde localiza alimento se queda.
El jabalí es una especie que causa graves daños tanto en la agricultura como en la seguridad vial, ocasionando gravísimos accidentes, y también en la sanidad de la cabaña ganadera ya que es trasmisor de tuberculosis.
Al mismo tiempo ha disminuido el número de cazadores y también se ha incrementado su edad media. La caza no es una actividad que se practique y desarrolle como en tiempos pasados, también porque estaba arraigada EN EL PROPIO TERRITORIO Y ÉSTE SE QUEDA SIN HABITANTES.
Todos estos problemas han ido creciendo peligrosamente en los últimos años sin que nadie se haya alarmado porque su aumento ha sido exponencial pero silencioso. Solo alguna imagen de televisión cuando los jabalíes han irrumpido en las ciudades ha permitido tomar nota puntualmente del problema. Ahora bien, al día siguiente ya nadie se acordaba de los jabalíes, como de los incendios.
En Castilla y León por la importancia que tiene la cabaña de vacuno, así como, por la extensión de sus infraestructuras viarias, este problema se ha agudizado de manera especial. Han aumentado los accidentes de trafico y la prevalencia de tuberculosis también ha crecido por encima de la media, especialmente en Salamanca, que es donde se concentra la cabaña bovina en mayor número.
Esto ha obligado a la Junta de Castilla y León a elaborar un Plan de Gestión del Jabalí que permitirá realizar un mayor seguimiento de las capturas y a aumentar las que se pueden realizar. Se ha ampliado el periodo hábil de su caza, que se decreta desde el 1 de abril hasta el cuarto domingo de febrero. Se podrán utilizar instrumentos de visualización nocturna y se podrán repetir las batidas o monterías sobre la misma mancha.
Este Plan se extiende sobre 253 municipios de SALAMANCA, AVILA, SEGOVIA, PALENCIA Y LEÓN. El mayor número de estos localizado en Salamanca, que se sitúan en 144.
En Castilla y León tenemos 5.551 cotos de caza que ocupan el 86 por 100 del territorio y 1.800 de ellos pertenecen a las entidades locales. Por lo tanto, la gestión de esta Plan concierne en gran medida a los ayuntamientos que tienen una especial responsabilidad para llevarlo a cabo.
Al mismo tiempo para poder aprobar este Plan es necesario declarar la situación de emergencia cinegética que prevé la propia Ley de Caza de Castilla y León aprobada en 2021.
Esta situación ya ha sido planteada en otras Comunidades Autónomas y han sido los propios criterios de la Unión Europea en materia de control de la fauna salvaje y especialmente para poblaciones como el jabalí, la que ha considerado como necesaria esta herramienta jurídica.
Esperemos que las medidas den resultado porque aunque en las ciudades no se tenga constancia es muy importante mantener el control de las poblaciones de especies cinegéticas en el medio rural para que éste siga funcionando correctamente.
Silvia Clemente Municio
Senior advisor |agroalimentación innovadora |public affairs|
sostenibilidad |Comunicación| turismo| internacionalización
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