Mercados exteriores: muchas y diversas oportunidades para las empresas españolas de porcino

Los datos de las exportaciones del sector, en el pasado año 2022, volvieron a demostrar que somos un país referente en el mundo del porcino.

Estamos presentes en 111 mercados a los que hay que sumar los de los países de la Unión Europea; y somos los segundos exportadores mundiales con casi 3 millones de toneladas por un valor cercano a los 3000 millones de euros.

Son cifras de un líder en las que sobresale nuevamente, en lo que a los mercados recepcionario de nuestros productos se refiere, China, que es el primer destino de la carne y de los productos de nuestro porcino con casi 700.000 toneladas y más de 1.600 millones de euros.

Se trata de un destino preferente, pero no el único, de los productos ‘Spanish Pork’, la marca que identifica internacionalmente la carne y elaborados del porcino de capa blanca español en el extranjero.

Hace unos años, la rápida reacción que tuvo el sector ante el veto ruso, diversificando sus exportaciones a otros países, demostró que somos capaces de adaptarnos a nuevos mercados y que tenemos productos que nos pueden abrir muchas fronteras.

Es más, aunque el volumen exportado a China durante 2022 se redujo un 44 por 100, algo que estaba previsto debido a la recuperación de su cabaña tras la peste porcina, el volumen global exportado desde España apenas bajó un 5 por 100. Una diferencia de 39 puntos porcentuales que indica que, exceptuando el citado y esperado descenso en ese país, se creció, y mucho, en el resto del mundo.

Esa es la mejor prueba de que aún hay mucho mundo por abrir para el sector porcino, no solo a países nuevos, hay zonas en las que estamos muy presentes con las carnes frescas, pero que tienen mucho margen de mejora en algunos productos.

Por ejemplo, en el caso del jamón, ya sea con o sin hueso. La propia China apenas ocupa el quinto lugar en el listado de destino de jamones, un puesto que no se corresponde con su volumen global. Lo mismo puede decirse de Japón o de  Corea del Sur.

Esos tres son buenos ejemplos de que hay países que, pese a ser ya grandes clientes de nuestras empresas, aún tienen muchas posibilidades comerciales para explorar que pueden transformarse en crecimientos muy interesantes.

Ese mismo ejemplo del jamón se da con otros productos, menos llamativos, pero que también contribuyen muy positivamente al saldo comercial. Entre ellos, el caso de los embutidos.

Prácticamente todos los destinos de Asia que aparecen en los primeros puestos del ranking global de exportaciones tienen margen de crecimiento en esta partida: China (1ª global), Filipinas (4ª), Japón (5º), Corea del Sur (6ª) o Taiwán (15ª), sin embargo, ninguno figura entre los 20 que más embutidos españoles de porcino compran.

Sin duda, ese es un gran hueco de mercado que se puede aprovechar, ya que tenemos los contactos comerciales necesarios y contamos con la confianza de las autoridades, los distribuidores y, fundamentalmente, de los consumidores.

Lo importante de todo esto es que los mercados exteriores del porcino, lejos de alcanzar su techo, siguen mostrando muchas oportunidades para las empresas españolas y no resulta muy aventurado decir que hay margen de recorrido con algunos productos, incluso en el caso de países que ya son buenos clientes de nuestro sector.

 

 

 

 

Alberto Herranz Herranz
Ingeniero Agrónomo
Director de INTERPORC

 

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