Los alimentos consumidos en Europa tienen niveles seguros de pesticidas
En los últimos tiempos ha empezado a haber una polémica acerca de los niveles de pesticidas que contienen los alimentos que consumimos en el ámbito de la Unión Europea.
Ahora, según un informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA), más del 95 por ciento de los alimentos en el ámbito de Europa está dentro de los niveles legalmente permitidos y seguros de pesticidas.
El texto destaca que «es improbable que los productos alimenticios analizados en 2021 planteen problemas para la salud de los consumidores». Ese año la Autoridad Europea recogió en la Unión Europea un total de 87.863 muestras de alimentos. El análisis de los resultados muestra que el 96,1 por ciento de las muestras estaban dentro de los niveles legalmente permitidos.
Además, para el subconjunto de 13.845 muestras analizadas como parte del programa de control coordinado de la Unión Europea (MACP de la UE), el 97,9 por ciento se situó dentro de los límites legales.
El MACP de la UE analiza muestras recogidas aleatoriamente de 12 productos alimenticios. En 2021, analizó berenjenas, plátanos, brócolis, hongos, pomelos, melones, pimientos dulces, uvas de mesa, aceite de oliva virgen, trigo, grasa bovina y huevos de gallina.
De las muestras analizadas en el programa coordinado, el 58,1 por ciento (8.043 muestras) resultó estar libre de niveles cuantificables de residuos. Mientras, el 39,8 por ciento (5.507) contenía uno o más residuos en concentraciones inferiores o iguales a los niveles permitidos; y el 2,1 por ciento (295) contenía residuos que superaban los niveles permitidos.
Cada tres años se muestrea la misma selección de productos, lo que permite comprobar las tendencias. La tasa global en la que los residuos de plaguicidas superaron los niveles permitidos aumentó del 1,4 por ciento en 2018 al 2,1 por ciento en 2021.
La tasa media de superación de los límites fue del 1,4 por ciento en 2021, la misma que en 2018, excepto en el caso de los pomelos que fue superior. En 2021 los Estados miembros ya alertaron de la mayor presencia de residuos de plaguicidas en pomelos importados de fuera de la UE. Ese mismo año la Comisión Europea aumentó los controles fronterizos.
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