¿Es la carne artificial un nuevo alimento como los demás?

El boletín de noticias de AGROPOPULAR del pasado día 12 de mayo ha publicado este interesante artículo que nos permitimos reproducir aquí.

En opinión del grupo de expertos Farm Europe, el reglamento sobre los nuevos alimentos “no está adaptado” para regular las futuras solicitudes de comercialización en el mercado europeo de carne obtenida a partir del cultivo de células.

Esta cuestión surge a raíz del proyecto de resolución de la eurodiputada doña Emma Wiesner (Suecia, Renew Europe) sobre una “estrategia europea en materia de proteínas”, que ha empezado a discutirse en la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo. En la estrategia, la señora Wiesner apunta que “los alimentos nuevos a base de células pueden contribuir a aumentar la producción de proteínas y constituir un complemento de la agricultura”.

Sugiere que el proceso de comercialización de estos productos se base “únicamente en la seguridad del producto en el marco de la normativa sobre los nuevos alimentos”. Este reglamento, que data de 2015, menciona específicamente el cultivo de células y recoge una definición.

Según don Bruno Gautrais, jefe de la unidad de “nuevos alimentos” en la Dirección General de Sanidad de la Comisión Europea, la mayor parte de los alimentos obtenidos mediante el cultivo de células estarán cubiertos por este reglamento. “A día de hoy no se ha presentado ninguna solicitud en la UE”; cuando llegue alguna, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) se encargará de realizar una evaluación de los riesgos y, sobre la base de la misma, la Comisión Europea decidirá si propone o no a los Estados miembros que autoricen la comercialización en la Unión Europea.

Sin embargo, Farm Europe subraya que “algunos expertos consideran que la reglamentación sobre los OMG (Organismos Modificados Genéticamente) estaría más adaptada dado que, la mayor parte del tiempo, el proceso de fabricación implica a organismos modificados genéticamente”.

Farm Europe sugiere también que, “dada la proximidad con los productos farmacéuticos” de estos alimentos de origen celular, “podría plantearse la cuestión de estudios preclínicos y clínicos antes de decidir sobre su comercialización, como se hace con los medicamentos nuevos”.

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