Elección del tipo genético y rentabilidad de la vaca nodriza (III)
Continuando en lo expuesto en las dos primeras partes del presente artículo, si se comparan las necesidades anuales energéticas de las vacas y las disponibilidades de pasto es factible adoptar cargas ganaderas de 2 vacas/ha en zonas llanas costeras y 1-1,5 vacas/ha en áreas de monte.
La suplementación alimenticia de las vacas lactantes durante la invernada (diciembre –marzo) supone entre 800 y 900 UFL/vaca y a finales de gestación en verano-otoño entre 100 y 150 UFL/vaca.
La dificultad al parto es un problema importante en las razas de la España húmeda especialmente en la Rubia Gallega y Asturiana de los Valles. Dentro de estas razas tal dificultad está relacionada con la edad y tipo de la vaca y sexo y tipo del ternero, de manera que los partos de vacas primíparas, de machos y de terneros culones son los que presentan mayor problemática.
En las razas precitadas el porcentaje de distocias fluctúa entre el 20 y 40 por 100 y la mortalidad de los terneros puede suponer entre el 40 y 50 por 100 de las mismas, lo que se traduce en una mortalidad al nacimiento entre el 8 y el 20 por 100.
Como consecuencia de lo expuesto, si a ello se suma la mortalidad en lactación, para una fertilidad del 85 por 100, los terneros destetados (con 8-10 meses) por vaca y año es frecuente que oscilen entre 0,7 y 0,75, por lo que, en este caso, una aproximación a la productividad anual sería:
Zonas llanas: kg ternero/ha = 2 vacas/ha x 0,725 terneros/vaca x 320 kg /ternero = 464 kg.
Zonas de monte: kg ternero/ha = 1,3 vacas /ha x 0,75 x 270 kg /ternero = 263 kg.
El efecto del tipo genético sobre la rentabilidad se expresa restando de los ingresos por hectárea (valor de los kilos de ternero más la subvención de la U.E. inherente a la vaca parida de 90-95 € anuales) los costes variables por hectárea inherentes a la alimentación suplementaria y a los gastos veterinarios derivados de los resultados del parto, ya que los costes fijos, a igualdad de manejo, son aproximadamente los mismos según tipo genético.
Así, si asumimos que el coste de reposición de vacas por hectárea es similar a los ingresos derivados de la eliminación de vacas viejas, que la subvención media de la U.E. inherente a la vaca es de 80 € y que el precio del kilo de ternero destetado autóctono (A) de la España seca es de 3,20 € (segunda categoría), de 4,13 € el del Charolés (CH) x Autóctono (A), Limusín (L) x (CH x A), L x L y CH x CH (primera categoría) y de 7 €/kg canal para el ternero de Rubia Gallega (RG) (7 x 0,60 de rendimiento canal = 4,20 €/kg vivo), si el coste de la UFL suplementaria es 0,38 € y el coste veterinario por intervención en partos distócicos de 60 € el efecto del tipo genético del ternero sobre un primer margen bruto por hectárea viene reflejado en la Tabla1.
Tabla 1. Tipo genético (TG) del ternero y primer margen bruto (MB) por hectárea.
TG | Ingresos/ha (1) | Costes/ha (2) | MB (1) – (2) |
A X A | 82 kg/ha x 3,2 €/kg + 0,5 vacas/ha x 80 € /vaca = 302,4 € | 0,5 vacas/ha x [650 UFL/vaca x 0,38 €/UFL + (0,85-0,8) x 60 €] = 125 € | 177,4 € |
CH x A * | 86,6 kg/ha x 4,0 €/kg + 0,5 vacas/ha x 80 €/vaca = 386,4 € | 0,5 vacas/ha x [650 UFL/vaca x 0,38 €/UFL + (0,85-0,77) x 60 €] = 125,9 € | 260,5 € |
L x (CH x A)* | 82 kg/ha x 4,1 €/kg + 0,45 vacas/ha x 80 €/vaca = 372, 2 € | 0,45 vacas/ha x [700 UFL/vaca x 0,38 €/UFL + (0,85 – 0,76) x 60 € = 122,1 € | 250,1 € |
L x L | 82,2 kg/ha x 4,13 €/ha + 0,43 vacas/ ha x 80 €/vaca = 373,9 € | 0,43 vacas/ha x [770 UFL/vaca x 0,38 €/UFL + (0,85 – 0,75) x 60 € = 128,4 € | 245,5 € |
CH x CH | 74,6 k/ha x 4,13 €/ha + 0,37 vacas/ha x 80 €/vaca =337,7 € | 0,37 vacas/ha x [930 UFL/vaca x 0,38 €/UFL + (0,85 -0,72) x 60 € = 133,6 € | 204,1 € |
RG x RG | 464 kg/ha x 4,2 €/kg + 2 vacas/ha x 80 € = 2.108,8 € | 2,0 vacas/ha x [930 UFL/vaca x 0,38 €/UFL + (0,85 -0,725) x 60 € = 721,8 € | 1.387 € |
*El 10% y 5% de los terneros CH x A y L x (CH x A,) respectivamente, son de segunda categoría. Si a los ingresos (1) se le suman 90-100 € de subvenciones UE y los costes (2) se dividen por 0,70, la diferencia ingresos – costes se aproxima a la ganancia /ha.
De la Tabla 1 se infiere un obvio mayor Margen Bruto (MB)/ha (hectárea) en la España húmeda que en la seca.
En la España semiárida le explotación de Limusín en pureza y los cruzamientos industrial (CH x A) y en doble etapa L x (CH x A) se traducen en análogos MBs. Sin embargo, la explotación en pureza de razas autóctonas de la Dehesa y de la raza Charolés, no adecuadamente manejada en el parto, derivan en los MBs más bajos.
Cuidado con la raza Limusín; “puede morir del éxito”. Interesante volver al cruzamiento industrial con buenos padres Limusín o Charolés, sobre todo en fincas con mano de obra asalariada.
Dr. Argimiro Daza
Catedrático de Producción Animal
Profesor Emérito de la Universidad Politécnica de Madrid
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