La problemática del etiquetado de las mieles de la UE

Ya sé que este tema lo he tratado más de una vez en estos últimos meses, pero es que no soy capaz de entender como en la Unión Europea (U.E. – 27) no somos capaces de empezar a solucionar adecuadamente, con unas verdaderas eficiencia y eficacia, el tema del etiquetado de las mieles, especialmente el de las “mieles mezcla”, que se comercializan en los mercados de la Unión Europea (U.E.).

El problema de la situación actual, en lo que se refiere al etiquetado de las  mieles, es que no sólo perjudica a nuestros apicultores, que llevan mucho tiempo luchando por sobrevivir ante unas circunstancias nada favorables con que se enfrentan (enfermedades de sus abejas, enemigos naturales de las mismas, condiciones climáticas adversas, etc. etc.), sino que también nos perjudica a nosotros, los consumidores, que no podemos saber cuál es, cuantitativamente hablando, el origen real de las “mieles mezcla” que consumimos.

Ahora, concretamente el viernes de la semana pasada, la Comisión Europea (CE) propuso que en el etiquetado de todas las mieles que lleguen al mercado de la U.E. se detalle el Estado,  el país o los países de origen en el caso de tratarse de mieles mezcla.

La propuesta de la CE llegó después de que, en la reunión de ministros de Agricultura de la Unión Europea del pasado mes de enero, veinte países, entre ellos España, pidieran, desde mi punto de vista con toda la razón del Mundo, que fuera obligatorio indicar, en el caso del etiquetado de las mieles mezcla, no solo cada país implicado en las mismas, sino también los respectivos porcentajes.

De todos es bien sabido y así se reflejaba en el documento presentado por Eslovaquia, que fue respaldado por 19 Estados Miembros de la U.E., que, en la inmensa mayoría de los casos, la miel que procede de Terceros Países, al margen de su calidad, suele ser significativamente más barata que la producida en la U.E. (sujeta ésta al “Modelo Europeo de Producción).

Ello conduce al hecho de que, por una parte, las mieles mezcla que contienen porcentajes de mieles procedentes de Países Terceros (por ejemplo, China) pueden salir y salen al mercado de la Unión a unos precios significativamente más bajos que las mieles puras o mezclas autóctonas (lo cual, obviamente, genera un problema muy grave a los apicultores de la U.E. que se encuentran en una clara posición de desventaja frente a las mencionadas “mieles mezcla”).

Por otra parte, los consumidores de estas “mieles mezcla” comercializadas en la Unión Europea, no saben realmente, insisto, qué tipo de miel consumen (y esto sucede en la U.E. dónde, aparentemente,  pero sólo aparentemente, se quiere ser siempre enormemente exigente con todos los productos pecuarios que llegan a nuestros mercados).

Y, como dice aquel viejo adagio: es habitual que “llueva sobre mojado”, el mes pasado se publicó un estudio, realizado por la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude y por el Centro de Investigación Conjunta de la Unión Europea, que ponía de manifiesto que cerca del 50 por 100 de las mieles, que son importadas por la Unión Europea, no cumple la normativa comunitaria. Este porcentaje llega a casi a las tres cuartas partes en el caso de la miel procedente de China (tal vez sea pertinente recordar aquí y ahora, el problema que tuvimos hace tiempo con las mieles procedentes de Argentina y que contenían Nitrofuranos).

Es cierto que, actualmente, todavía no disponemos de un método analítico que permita realmente trazar de forma fiable los distintos orígenes en una miel mezcla y mucho menos que permita establecer los porcentajes exactos.

No obstante, mientras los científicos desarrollan unos adecuados métodos de análisis, si se puede exigir, vía legislativa, que todas las miles procedentes de Terceros Países, y, obviamente, las “mieles mezcla”, comercializadas en la Unión Europea, además de cumplir con toda la normativa existente en la U.E. y de reflejar en la etiqueta sus orígenes completos, cumplan oficial y necesariamente, quedando también reflejado en el etiquetado, unos mínimos de calidad.

Por ejemplo, mínimos exigibles a título meramente indicativo:

 

Parámetro Niveles
HMF = Hidroximetilfurfural < 40 mg/kg
Humedad > 20 por 100
Índice de diastasas > 8 U Gothe
Conductividad eléctrica

Floral (< 0,8 mS/cm)

Mielada (> 0,8 mS/cm)

pH 3,5 – 4,5
Acidez < 50 Mili – equivalentes/kg
Sacarosa < 5g/ 110G
Fructosa – Glucosa

Floral > 60g/100G

Mielatos > 45g/100G

 

Ya sé que lo que propongo complicaría mucho la vida a los importadores y a las envasadoras, pero entiendo que es imprescindible para el bien de nuestros apicultores y de los consumidores de la U.E. – 27, empezar a poner realmente orden a esta compleja temática.

De lo que no estoy seguro es que, en la Unión Europea, haya la verdadera voluntad política de afrontarlo.

Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito

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