¿Son únicamente las emisiones de metano de los animales rumiantes las responsables del cambio climático en nuestra sociedad? (y III)

Concluyendo con lo expuesto en las dos primeras partes de nuestro trabajo (Boletines 149 y 150)  hay que insistir en el hecho real de que el 84 por 100 de los alimentos que se utilizan para alimentar al ganado rumiante no es comestible para humanos. Por ejemplo, las vacas pueden utilizar subproductos hortofrutícolas procedentes de cultivos que de otro modo generarían residuos que no sirven para alimentar a las personas.

Todo el mundo necesita comer, y cada uno puede elegir su dieta. Solo recordar que los alimentos de origen animal actualmente proporcionan el 48 por 100 de nuestras proteínas, pero solo el 24 por 100de nuestras calorías; la epidemia de obesidad, que encontramos en los países desarrollados, está demostrando que necesitemos consumir menos calorías.

Y aunque nos pueda parecer que utilizar 122 litros de agua para producir 100 g de carne de vacuno es mucho, también la proteína vegetal por excelencia (soja) necesita agua; 200 litros de agua por cada 100 gramos generados.

Y llegamos a una cuestión clave; entonces, ¿realmente las vacas se apoderan de toda nuestra tierra, que podríamos estar usando para cultivar alimentos aotos para ser utilizados por las personas?

Según CLEAR Center, considerando todas las tierras agrícolas del mundo, resulta que 2/3 son lo que llamamos “tierras marginales”, lo que significa que no se pueden cultivar en ellas, y solo 1/3 es tierra cultivable. La razón por la que no puedes cultivar en las tierras marginales es que se trata de unos terrenos demasiado rocosos o demasiado montañosos; dónde el suelo no es lo suficientemente profundo y/o dónde no hay suficiente agua, etc.

El único uso que se puede dar a la tierra marginal es con el ganado rumiante que puede aprovechar la fibra. Si no se utiliza a loa rumiantes en esta tierra marginal, se echaría a perder por el crecimiento de malas hierbas, riesgo de incendios, etc. etc.

Está claro que nuestra ganadería debe basarse en un modelo de economía circular; produciendo de forma sostenible sin agotar recursos, reciclando subproductos, minimizando la producción de residuos, reduciendo las emisiones de gases efecto invernadero (GEI), etc.

Quizás los animales lo estén haciendo bastante bien, pero el principal problema, respecto al medio ambiente, es nuestro masivo uso de combustibles fósiles tanto para el transporte como para la generación de energía.

En cuanto a comer o no comer carne, cada uno es libre de elegir aquello que le satisfaga más, pero lo que si debemos, independientemente de nuestros hábitos alimenticios, es proceder con urgencia a disminuir drásticamente la enorme cantidad de desperdicios de alimentos que generamos.

 

 

 

 

Carlos Javier Fernández Martínez
Catedrático de Universidad
Universitat Politècnica de Valencia (España)

Nota: Este trabajo es un resumen de diferentes trabajos científicos y divulgativos de los siguientes autores y entidades:
CLEAR Center. Frank Mitloehner. Clear.ucdavis. edu
EPA. Inventory of U.S. greenhouse gas emissions and sinks 1990-2018. Washhington DC (2020)
FAO. FAOSTAT database. Rome: FAO; (2020)

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