El observatorio de la cadena alimentaria: luces y sombras

Aunque  el Observatorio de la Cadena Alimentaria (OCA) es bien conocido en España procedo, como introducción, a explicar un poco lo que es y qué funciones tiene, especialmente para LATAM y otros Terceros Países, que igual le conocen menos.

El OCA es un órgano colegiado, plural y abierto, creado en el año 2013. Se encuentra adscrito a la Dirección General de la Industria Alimentaria de nuestro Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). En realidad se trata de un importante foro donde están representados los intereses de los distintos eslabones de la cadena alimentaria (en realidad de las diferentes cadenas alimentarias existentes).

Sus luces, su objetivo, las constituyen la solución de aquellos problemas que puedan surgir en las mismas, favoreciendo, en la medida de lo posible, la transparencia, la eficiencia y la eficacia de los complejos problemas de comercialización (especialmente aquéllos que atañen a situaciones no deseadas de desequilibrio, en el devenir de las cotizaciones de los distintos productos a lo largo de las mencionadas cadenas).

En este contexto y entre la decena de funciones específicas que tiene el OCA encomendadas, me permito destacar una que, para mí, es absolutamente fundamental: la de elaborar, publicar y actualizar periódicamente índices objetivos de precios y de costes de producción. Los mismos son una referencia absolutamente clave a la hora de formalizar contratos entre los distintos eslabones de cada una de las cadenas. Estos contratos deben cumplir, sí o sí, con la Ley de la Cadena.

Téngase en cuenta que la mencionada Ley de la Cadena establece la obligatoriedad de llevar a cabo, a lo largo de todas y cada uno de las cadenas y entre los distintos eslabones de las mismas, contratos por escrito poniendo en dichos contratos, los precios de transferencia en cuantía fija o variable, en función únicamente de factores objetivos, verificables y no manipulables.

No es ésta una cuestión en absoluto sencilla ni baladí y, por esta razón, lamentablemente las luces, que debería emanar del OCA, no siempre brillan de la manera que deberían hacerlo, generando las correspondientes sombras.

Estas sombras originadas, precisamente por la carencia de los mencionados índices objetivos o por la inexistencia de una adecuada actualización de los mismos, a lo largo de las cadenas, dan lugar a importantes tensiones en las mismas.

En este momento es el caso, por ejemplo, de la cadena de la leche líquida de vaca en razón de que se están negociando los futuros contratos de venta de la leche en origen entre los ganaderos y algunos primeros compradores que, sin argumentos sólidos y verificables (es decir, sin índices de referencia actualizados), proponen bajar los precios.

Por estas razones, tres importantes Organizaciones Profesionales Agrarias (OPAS), concretamente ASAJA, COAG y UPA, han solicitado, en forma conjunta, la convocatoria del Pleno del Observatorio de la Cadena Alimentaria, para que se lleven a cabo de manera urgente las principales acciones a las que se comprometió el Señor Planas, Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación,  el pasado 20 de febrero, precisamente en la XV sesión del Pleno del Observatorio de la Cadena.

En este contexto, las OPAS solicitan, por una parte y con toda la razón del mundo, la publicación de los distintos índices de las cadenas pendientes, entre otras en el ámbito pecuario, la de la leche líquida, la de la carne de vacuno, la de la carne de ovino, y la de la miel.

Por otra parte, también piden la realización de los pertinentes estudios para otras cadenas alimentarias, aún no consideradas, con el fin de implicar, a la mayor brevedad posible, el mayor número de cadenas alimentarias o, lo que es lo mismo, al mayor número de sectores agrarios, agrícolas y ganaderos.

No por último demandan recuperar la información mensual acerca de los Precios Venta al Público (P.V.P.) que ya existía pero que se eliminó en el año 2018 por un acuerdo entre el Ministerio de Comercio y el Ministerio de Agricultura.

Finalmente proponen la creación de una estructura, por ejemplo en el seno del propio Observatorio de la Cadena, que analice la estructura de los distintos costes de producción y los sus precios de los principales insumos destinados al sector primario (léase, por ejemplo,  la energía, los piensos, la mano de obra etc.).

Es evidente que en  estos últimos 10 años, 2013 – 2023, el Oca ha realizado una labor necesaria e importante. Pero no es menos cierto que aún queda mucho por hacer y, sin duda, es preciso que haya la voluntad política para que se haga, en la medida de lo posible y de forma perentoria.

El sector agrario en nuestro país, tanto el agrícola como el ganadero, se encuentra, por múltiples razones (entre ellas por la inflación que sufrimos y por las distintas realidades sanitarias que padecemos), en una situación coyuntural que les resulta realmente difícil, a nuestros agricultores y a nuestros ganaderos, conseguir unas adecuadas rentabilidades.

Afortunadamente, en el caso que aquí nos ocupa, resulta evidente lo que hay que hacer. Luego: ¡hágase y conviértanse las actuales sombras, que emanan del OCA, en futuras luces!

Y, paralelamente ¡obliguen a que se cumplan las leyes, empezando por la Ley de la Cadena Alimentaria!

Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito

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