La CE y la previsión de autoabastecimiento de proteínas vegetales para piensos

La Comisión Europea (CE) publicó sus últimos balances de proteínas para piensos de la Unión Europea, que ofrecen una descripción completa de sus previsiones sobre la producción, el comercio (importaciones y exportaciones) y el uso interno de una amplia gama de fuentes de proteínas para piensos en la UE.

El documento también proporciona información sobre los años de comercialización actuales y pasados.

Según los datos disponibles para la campaña 2022/23, se prevé que la demanda de piensos para la alimentación animal se mantendrá estable en 72 millones de toneladas de proteína bruta.

Se espera que el autoabastecimiento de la UE para todas las fuentes de proteínas se mantenga en un 77 por 100, a pesar de la menor disponibilidad comunitaria de maíz grano, debido a la reducción esperada de la producción por la sequía de este último verano.

Según Bruselas, la UE sigue siendo totalmente autosuficiente en forrajes y estos continúan siendo la principal fuente de proteína para la fabricación de piensos, representando el 42 por 100 del uso total de la alimentación animal en la UE.

A su vez, la proporción de todas las harinas de semillas oleaginosas representa el 27 por 100 del uso total de proteínas para piensos en la UE, mientras que la proporción de cereales supone otro 21 por 100.

Sin embargo, para las harinas de semillas oleaginosas, la UE solo produce el 24% de lo que necesita para alimentar a su sector ganadero.

Además de ser un beneficio económico para los agricultores y productores de alimentos y piensos, el desarrollo de la producción de proteínas vegetales en la UE también conlleva una serie de beneficios medioambientales, indica la CE.

En particular, añade Bruselas, las proteaginosas contribuyen a fijar el nitrógeno de la atmósfera en el suelo y, por lo tanto, desempeñan un papel importante en un ciclo de nutrientes más sostenible.

El desarrollo de los cultivos proteaginosos y, de manera más general, la reducción de la dependencia de la UE de las proteínas importadas, utilizadas para la alimentación animal, ocupa un lugar destacado en la agenda durante varios años.  Es más, añade la CE, es más relevante ahora que nunca, dada la guerra en Ucrania y los altos costes de alimentación, que están en niveles récord.

En su Comunicación sobre Seguridad Alimentaria , la Comisión anunció su intención de revisar la política y las prioridades identificadas en su informe de 2018 sobre el desarrollo de proteínas vegetales en la UE .

En este sentido, señala la CE, «el desarrollo de la producción y el consumo de proteínas vegetales en la UE estará entre los objetivos de la Comisión en los próximos meses.»

El balance de proteínas para piensos de la UE incluye la oferta y la demanda de piensos de diversas fuentes de proteínas. Así, en cultivos (cereales, semillas oleaginosas y legumbres), co-productos (harinas de trituración de soja, colza y girasol, junto con materiales ricos en proteínas que resultan de cultivos herbáceos procesados), fuentes no vegetales (proteínas animales, antiguos productos alimenticios) y forrajes (hierba, maíz para ensilaje, leguminosas forrajeras).

Los datos sobre el contenido de proteína están sujetos a variaciones anuales y regionales y deben considerarse como valores promedio. Este es especialmente el caso de los cultivos y los forrajes.

La Comisión Europea actualiza al menos una vez al año sus balances de proteínas para piensos de la UE, basándose en los datos de la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural (DG Agri); los balances de cereales, semillas oleaginosas, proteaginosas y azúcar y sus perspectivas a corto plazo para el suero de leche en polvo y la leche desnatada en polvo .

También incluye  cifras de las bases de datos de Eurostat sobre biomasa y sobre la producción de cultivos para la producción de forraje, así como datos externos de la industria sobre la producción de proteínas de la industria del almidón, la elaboración de cerveza y la harina de pescado y de Oilworld.

Este año, la Comisión publica el balance en hojas de cálculo (formato MS-Excel) para facilitar el análisis de los datos y permitir que las partes interesadas entiendan mejor cómo la Comisión establece esas estadísticas.

Los balances de años anteriores también se han actualizado para incluir correcciones estadísticas de las series temporales de biomasa comunicadas recientemente por los Estados miembros a través de Eurostat.

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