Nanotecnología en producción animal

El físico Richard Feynman en la conferencia “Hay mucho espacio al fondo” (Feynman, 1959) estableció el concepto y las bases de lo que años después se conocería como nanotecnología: “procesos para manipular átomos y moléculas con la finalidad de obtener productos con nuevas propiedades físico-químicas”. El mismo Feynman indicó que un ejemplo de nanotecnología es la naturaleza, concretamente las células, organismos de tamaño muy pequeño y con funciones extraordinarias por su complejidad y posibilidades.

Una definición más cercana se la debemos a la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT, 2009) que la define como: “tecnología generada por objetos cuyo tamaño oscila desde una décima a una centésima de nanómetro (nm) (nm=10-9 m)”.

El interés de los nanomateriales (nanopartículas) radica en las propiedades debidas a su pequeño tamaño, diferentes de las que tienen esos mismos compuestos con su tamaño habitual o a mayor escala. Por su naturaleza pueden ser: inorgánicos, orgánicos o mixtos y se obtienen mediante la molienda-pulverización de materiales, síntesis o agregados químicos, incluso, reprogramando organismos vivos (células, virus, etc.).

Sus aplicaciones son múltiples: industria del automóvil, textil, farmacéutica, agroalimentaria y medioambiental, entre otras. Las tres últimas, en nuestro caso, son las que más nos interesan:

  1. Nanofármacos – nanodosificadores: medicamentos, vacunas, vehiculados por nanopartículas orgánicas (lípidos, liposomas, péptidos, quitosanos, etc.) o inorgánicas (fosfato cálcico, filomicelas, semiconductores, oro, etc.) con una mayor actividad a menor concentración en las zonas o tejidos corporales objeto de nuestras terapias.
  2. Nanopartículas para transportar micronutrientes: vitaminas, minerales, aditivos alimentarios, etc., mejorando su biodifusión y absorción con dosis muy bajas. La reducción del empleo de antibióticos en producción porcina aplicando aditivos zootécnicos como nanopartículas o vehiculados por ellas es una estrategia de enorme interés.
  3. Nanofiltros, como los nanotubos de carbono o materiales nanoporosos (zeolita), con la posibilidad de reducir la contaminación derivada de los residuos ganaderos.
  4. Nano sensores, para detectar animales enfermos a partir de análisis de sangre o saliva; para su localización (dentro de un grupo o geográficamente) o facilitar la trazabilidad de sus productos.

De la nanotecnología también se derivan riesgos para los organismos vivos y el medio ambiente, y es preciso conocer todas las propiedades que adquieren tras su procesado y los posibles efectos no deseados.

Por este motivo, la Comisión Europea estableció en el año 2008 un código de conducta con siete principios básicos (Tabla 1) para la investigación responsable en los campos de la nanociencia y la nanotecnología.

Tabla 1. Principios Básicos de las actividades en nanociencia – nanotecnología

1-     Ser comprensibles para el público
2-     Ser seguras, éticas y contribuir al desarrollo sostenible
3-     Llevarse a cabo de acuerdo con el principio de precaución, anticipando sus posibles impactos
4-     Contar con una gestión transparente y que garantice el derecho legítimo de acceso a la información
5-     Cumplir las normas científicas más exigentes, incluyendo las buenas prácticas de laboratorio
6-     Poseer la máxima creatividad, flexibilidad y capacidad de planificación
7-     Ser asumidas de forma responsable por los investigadores y los centros de investigación ante las repercusiones sociales, medioambientales y para la salud humana que estas tengan

 

Todos estos Principios Básicos y los estudios derivados, se agrupan en la llamada “nano-eco-toxicología”.

Los trabajos en nano-eco-toxicología permitirán establecer en el futuro una normativa para que los productos basados en nanotecnología puedan llegar a los consumidores con garantías sobre su inocuidad para los seres vivos y el medioambiente.

Podemos concluir, que la nanotecnología abre unas expectativas, en un futuro próximo, difíciles de imaginar por los beneficios que sugiere; para que así sea, el conocimiento y la sensatez deben ir de la mano.

 

 

 

 

Emilio Gómez Izquierdo
Dr. Ingeniero Agrónomo y Veterinario
ITACYL. Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León.

 

 

 

José Gómez Fernández
Dr. Veterinario
ITACYL. Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León.

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