Desafío en el sector avícola alemán tras la prohibición del sacrificio de los pollitos macho

Como veníamos exponiendo y, paralelamente reflexionando, a través de varios artículos publicados en diversos números del Boletín de ÁGORA TOP GAN, la prohibición del sacrificio de los pollitos machos dentro del sector de cría de las gallinas productoras de huevos continúa abriendo nuevos debates y está produciendo cambios y nuevos desafíos en el sector avícola de puesta.

Alemania tiene un papel pionero en la Unión Europea (U.E.- 27), no solo al prohibir el sacrificio de los pollitos machos desde el día 1 de enero de 2022, sino también al prever prohibir cualquier método de sexaje en huevo (una de las soluciones) antes del séptimo día de eclosión a partir del dia 1 de enero de 2024. Sin embargo, no parece que vaya a existir ningún procedimiento práctico a gran escala para entonces, pues los métodos existentes determinan el género de los embriones en un momento posterior de incubación sólo han funcionado en proyectos de investigación, con un número muy reducido de huevos.

Cómo se logrará aplicar la ley en Alemania en 2024 es toda una incertidumbre y el mercado está revuelto. Se prevé que hasta entonces el número de plantas de incubación disminuya y el precio de las pollitas continúe ascendiendo, por lo que se importarán cada vez más del extranjero (según Marktinfo Eier & Geflügel, DGS Magazin 7/2022).

Está claro que el sector está haciendo grandes esfuerzos para poner fin al sacrificio de los pollitos macho, pero ninguna de las alternativas actuales (el sexaje en huevo y la cría de los machitos) está exenta de problemas.

El cebo de los pollitos machos, hermanos de las pollitas ponedoras, no puede llevarse a cabo en su totalidad en el país germano debido a la insuficiencia de capacidad de las granjas, y es poco probable que se construyan más debido a la inseguridad en las inversiones. La carne de estos machos apenas cuenta con nichos de mercado y estos machos requieren más del doble de alimento que los pollos de cebo convencionales. En la actual situación económica, con la explosión de los costes de los piensos y la energía, la inflación y la escasez de suministros, esta alternativa es económicamente muy difícil de justificar.

El sexaje en huevo tiene hoy mayor aceptación en el sector avícola alemán, pero de entrar en vigor la segunda parte de la ley alemana, a partir del año 2024 no habrá métodos disponibles según las previsiones. El eje de esta parte de la ley es el momento en el cual un embrión puede sentir dolor.

Se considera seguro que un embrión de pollo no puede sentir ningún dolor antes del día 7 de incubación, pero entre los días 7 y 15 de incubación es hoy esta cuestión del dolor cuestionable. En el último tercio de la incubación, a partir del día 15, se puede suponer, con fundamento, que el embrión es sensible al dolor.

No obstante, la ley no hace ninguna referencia a las posibles formas de eliminar el dolor en el embrión, y siempre será preferible sacrificar un embrión que un pollito de un día, donde la capacidad de sentir dolor está garantizada.

Hay que tener en cuenta que cada semana se necesitan entre 2 y 3 millones de huevos para incubar en Alemania (unos 120 millones de huevos fecundados al año) para cubrir la nueva demanda de gallinas “sin matar pollitos machos”. Si se tienen en cuenta los errores de sexaje y de clasificación, el aumento de la mortalidad embrionaria, los huevos fecundados que no se llega a poder determinarse si los están y los huevos no fecundados, dependiendo del método de sexaje en huevo utilizado, se requieren del orden de 3,5 huevos fecundados por pollita en comparación con los 2,4 huevos fecundados por pollita que requiere el engorde de los machos.

Otra cuestión a tener en cuenta es la dificultad de previsión con el sexaje en huevo, ya que debido a las diferentes precisiones de eclosión según el proceso de sexaje, es difícil que las plantas de incubación cumplan con las cantidades solicitadas. No se pueden sacrificar ni las pollitas sobrantes ni los pollitos eclosionados por error o falta de determinación durante el sexaje en huevo.

Por lo tanto, los cambios y nuevos desafíos a los que se enfrenta el sector avícola alemán son patentes.

Actualmente las gallinas ponedoras se están manteniendo en las granjas durante más tiempo (hasta 120 semanas de vida) para compensar el mayor precio de la pollita de un día. Se prefieren las estirpes con mayor rendimiento de puesta, y con periodos de puesta de huevos medianos y grandes más largos, pues el precio del huevo fresco ha subido entre 2 y 4 céntimos de euro por huevo.

La demanda de regulaciones para la cría de los pollos hermanos de las ponedoras por parte de los consumidores y algunas ONG´s está aumentando. Y son necesarios nuevos nichos de mercado para la carne.

Por todas estas razones, el sector avícola de puesta alemán está intentando que se apruebe una ley europea para que la competencia entre países no autosuficientes en la producción de huevos sea leal.

 

 

 

 

Dra. Ana E. Blanco García
Ingeniero Agrónomo
Gerente de la cadena de suministro en respeggt GmbH

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