Una visión pecuaria del Acuerdo de Libre Comercio entre la Unión Europea y Nueva Zelanda

Hace unos días la Comisión Europea (CE) anunció, a bombo y platillo, la firma de un Acuerdo de Libre Comercio entre La Unión Europea (U.E. – 27 y Nueva Zelanda en el que, tal vez, la U.E. hay utilizado, una vez más, al sector agrario y especialmente el ganadero, como  moneda de cambio.

Se trata del exitoso cierre de unas negociaciones que se iniciaron en el año 2018. El objetivo es el de reducir las barreras arancelarias existentes, hasta el presente, en el comercio bilateral de bienes y servicios entre la U.E. y nueva Zelanda.

Gracias a este acuerdo las empresas de la Unión Europea podrán competir, en el mercado neozelandés, en igualdad de condiciones con las empresas de aquellos países que ya tienen un acuerdo de esta naturaleza con Nueva Zelanda y viceversa, claro.

Tengo la impresión, en razón de varias conversaciones sostenidas en estas últimas dos semanas, con varios colegas y con algunos agentes sociales, que hay un gran desconocimiento de Nueva Zelanda; de su realidad macroeconómica general y de su realidad pecuaria.

Nueva Zelanda es considerada el país menos corrupto del Mundo (índice de corrupción 88); tiene una superficie de unos 268.000 Km² y una población de casi 5,2 millones de habitantes. Su densidad de población es muy baja, 19 habitantes/Km². Su PIB anual se acerca a los 210.000 millones de euros, con una renta per cápita muy cercana a los 41.000 euros y una deuda pública de unos 80.000 millones (cerca del 43,5 por 100 de su PIB). Ello supone una deuda per cápita de algo más de 15.500 euros/habitante.  Con estos datos resulta claro que las realidades socio – económica y macroeconómica global neozelandesa son significativamente mejores que las españolas.

Paralelamente, es muy importante resaltar aquí, desde una perspectiva pecuaria, que las principales exportaciones neozelandesas al Mundo son: leche, nata y diversos productos lácteos (nueva Zelanda es el mayor exportador del Mundo de leche, de nata, de mantequilla, de pastas lácteas para untar, de caseína, de caseinatos y de sus derivados) y también de miel.

Por otra parte, Nueva Zelanda es una gran exportadora de carne fresca o refrigerada de ovino y caprino y de carne de bovino congelada. Hasta el presente sus principales clientes son China, Australia, Estados Unidos de Norteamérica, Corea del Sur y Japón.

Ahora bien, con el Acuerdo de Libre Comercio firmado con seguridad que, en los próximos años,  el protagonismo comercial de Nueva Zelanda en la Unión Europea aumentará significativamente y, en mi opinión, de forma especialmente clara en el ámbito ganadero (no se olvide que la calidad de las producciones agropecuarias neozelandesas es realmente muy elevada).

En lo que atañe a España el año pasado, año 2021, nuestro país exportó mercancías a Nueva Zelanda por un valor de 253 millones de euros e importó mercancías por un valor de 197 millones de euros. Ello significa que Nueva Zelanda es nuestro 74º cliente y nuestro 85º suministrador.

En cuanto a las operaciones comerciales relativas a servicios, en el pasado año 2021, Nueva Zelanda exportó servicios a España por un valor de 9,5 millones de euros e importó servicios españoles por valor de 10,5 millones de euros. Con estas cifras Nueva Zelanda está situada actualmente en la posición 91 como destino de las inversiones españolas en el exterior y en la posición 85 de los países inversores en España.

Probablemente los discretos datos referenciados en los últimos párrafos sean la principal razón por la que nuestro sector ganadero, en general, no ha dado, al menos hasta el momento, una gran importancia al mencionado acuerdo. No obstante, se trata de un acuerdo que puede resultar, a medio plazo, realmente trascendente para algunos sectores de nuestra ganadería.

Creo sinceramente que existe una probabilidad cierta de que las consecuencias del mencionado acuerdo comercial con Nueva Zelanda se empiecen a dejar sentir de forma notable,  a medio plazo, en nuestros mercados.

¡Démosle tiempo al tiempo!

Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito.