El otro mordisco del lobo o el mordisco del otro lobo. Igual me da, que me da lo mismo (I)
El mordisco del lobo
Ejemplo de ganadería extensiva
Sí, es un juego de palabras, pero muy cierto y serio.
Voy a intentar explicar, en los próximos párrafos, el título de este escrito para intentar demostrar, una y otra vez, las incongruencias que se están legislando sobre cuestiones relativas a las políticas medioambientales.
Ya escribí hace algo más de un año unos artículos sobre la ley para la protección del lobo ibérico, con la que estoy en total desacuerdo, pero el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico se empeñó y la saco.
La protección excesiva del lobo, para que se extienda y duplique su territorio y su censo, lleva implícita la agresión a nuestra ganadería extensiva (la más ecológica) y estas agresiones, repetidas, mal gestionadas y peor pagadas a los ganaderos, llevan al abandono de la actividad ganadera y despoblación de medio rural. Todo lo contrario de lo que, en su verborrea nos cuentan los políticos sobre el Reto Demográfico.
Los ataques a los animales generan sufrimiento y una pérdida total del bienestar animal, incluso de la vida de muchos, pero a nadie le importa en la Administración el bienestar de los animales en cría extensiva. Esto no figura en las inspecciones de bienestar animal, que buscan el concepto más absurdo para penalizar al ganadero.
Pero, lo que realmente lleva a un ganadero a abandonar su actividad, su rebaño y muchas veces su pueblo, es la incomprensión de la administración, la indefensión ante los ataques burocratizados de los que se siente impotente para responder y, sobre todo, el malestar que siente cuando, a primera hora del día, cuando todavía duerme la burocracia, va a trabajar a su ganado y encuentra la escena dantesca del ataque del lobo.
Este es el mordisco real del lobo. El mordisco que se ve y que mata a unas cuantas reses del rebaño, pero de este mordisco ya hablé y no quiero repetirme otra vez.
Esta vez hablaremos de los mordiscos gordos, los que producen esa mala gestión del lobo y que han llevado al abandono de las explotaciones y de prácticas tan rentables y antiguas como la trashumancia y la transterminancia.
Esta vez hablaré sobre los incendios de Zamora, ese mordisco que ha destrozado una de las zonas más bonitas y naturales de nuestro país.
Que fuera en Zamora o en cualquier otro sitio de España, no se podía saber con certeza, pero que habría más incendios y más graves era y es una realidad.
En los artículos que escribí a principios de año pasado ya comentaba sin ninguna duda “el día que desaparezca la ganadería extensiva y los ganaderos (Reto Demográfico) verán ustedes cómo arden nuestros montes (Transición Ecológica)”. Esto era lo que le transmitía al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y esto es lo que ha pasado.
Luis Miguel Ferrer Mayayo
Profesor de la Universidad de Zaragoza
Diplomado, European College of Small Ruminant Health Management
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