El Gobierno y el no cumplimiento de la Ley de la Cadena

Tal y como se ha publicado en el Boletín Informativo de AGROPOL, citando a la Voz de Galicia, la manifestación del campo de hace unos días en Madrid estaba convocada desde el pasado otoño, pero nadie en el Gobierno pensó que pudiera ser tan multitudinaria. Ni tampoco que fuera capaz de unir intereses tan dispares como los de los grandes terratenientes del Sur, los  cazadores, los regantes del Levante, los ganaderos de toros de lidia, los de los productores lácteos o los de las pequeñas granjas familiares del norte.

Con lo que no contaba tampoco el Ejecutivo es con que, justo en la misma semana en la que estaba prevista la marcha convocada por organizaciones y cooperativas agrarias de todos los colores y que tuvo el apoyo de los principales partidos de la oposición (léase PP, VOX y Ciudadanos), la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera, que no tiene representación en el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), viniera a echar todavía más leña al fuego del hartazgo del sector primario, azotado por la imparable subida de costes de producción de los últimos mes.

Porque la huelga del transporte que, según dijo la semana pasada la señora Ministra de Hacienda, doña María Jesús Montero, no es más que «un boicot» que aprovecha la ultraderecha y que lo único que hace es hacerle «el juego a Putin que busca la inestabilidad de los países europeos», ha echado más sal en una herida abierta ya desde antes del estallido de la pandemia.

Fueron precisamente las protestas de enero del 2020, aparcadas por el sector primario para garantizar el alimento a una población confinada, las que desembocaron en la aprobación de la Ley de la Cadena, que prohíbe la venta a pérdidas. Este es ahora el quid de la cuestión. Y es que el Ejecutivo no ha sido capaz de lograr que se aplique la norma que aprobó el pasado 14 de diciembre y que pretendía sacar del pozo al sector primario garantizándole los «precios justos» que demandaba.

Eso es lo que ahora le ha estallado en las manos. Y no es porque no se lo advirtieran. Fuentes de la Conselleria de Medio Rural dicen que el Gobierno central «era comocedor da situación do sector Agroganadero, cuando menos en Galicia» porque se le comunicó a través de cartas e incluso en varias conferencias sectoriales que se cumpliera la Ley de la Cadena. Pero, añaden, «o ministro non fixo nada e incluso ten dito que o paro dos transportes só supuxo paros puntuais». En Galicia, al menos no lo son.

Ganaderos convocados por Unións Agrarias se concentraron la pasada semana ante la delegación del Gobierno para pedir que se cumplan unos servicios mínimos que permitan desactivar el «bloqueo total» que están sufriendo y que comenzará a notarse cuando empiece a no haber carne en los supermercados.

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