El Parlamento Europeo (PE), el Ganado de Lidia y otras cuestiones

El Parlamento Europeo ha instado a los Estados Miembros (EE.MM.) de la U.E. – 27 a que excluyan la posibilidad de que los ganaderos reciban ayuda asociada voluntaria de la PAC por el ganado cuya venta final sea para realizar actividades relacionadas con la tauromaquia, excluyendo de manera proporcional el número de cabezas de ganado de los pagos.

Como es bien conocido, no es la primera vez que el PE intenta que el ganado destinado a la lidia no sea elegible para los pagos acoplados. Lo intentó en el marco de las negociaciones sobre la futura PAC, aunque el acuerdo final sobre la reforma que entrará en vigor el año que viene no lo incluyó.

Esta vez ha incluido esa petición en su informe sobre el bienestar de los animales de granja. El Parlamento Europeo ha incluido en él su posición y recomendaciones de cara a la revisión de la política comunitaria en materia de bienestar animal, sobre la que la Comisión Europea presentará sus propuestas a finales de 2023.

Al margen del asunto del ganado para lidia, el informe de los parlamentarios aboga por una armonización de la legislación en este ámbito, para que todos los Estados miembros sigan las mismas reglas del juego, y no habla de endurecimiento de las normas, aunque apoya la eliminación progresiva de la cría de ganado en jaulas (que Bruselas incluirá en su propuesta en respuesta a la iniciativa ciudadana que pidió su supresión), así como la revisión de las normas sobre bienestar de los animales durante el transporte y en el momento del sacrificio.

El Parlamento insiste mucho en que cualquier cambio que se lleve a cabo esté avalado por los últimos datos científicos y que cada decisión vaya precedida de un estudio de impacto.

El informe considera que los cambios en esta política deben responder a los retos a los que se enfrentan los ganaderos, por una parte, y a las necesidades y expectativas de los ciudadanos así como a la salud y el bienestar de los animales, por otra, atendiendo en todo caso a las mejores opciones para los consumidores y su poder adquisitivo.

Recuerda que el sistema alimentario europeo debe garantizar el acceso a alimentos asequibles y de calidad; considera que debe garantizarse a los productores una parte equitativa del precio de los productos alimentarios que se atengan a la legislación de la Unión en materia de bienestar animal”.

Asimismo “recuerda que el bienestar de los animales debe combinarse con una estrategia económica sostenible”.

Centrándose en los ganaderos, los eurodiputados instan a la Comisión a que apruebe una ayuda económica adecuada con el fin de animarlos a invertir en la mejora del bienestar animal.

Subrayan que “cualquier cambio deberá considerarse teniendo en cuenta el tiempo, el apoyo y la financiación que necesitan los ganaderos para aplicarlo, sus repercusiones económicas y burocráticas y la inercia que dicho cambio puede generar; hace hincapié en la necesidad de tener especialmente en cuenta los costes de la inversión, dado el riesgo de que los escasos márgenes de beneficio se traduzcan en largos períodos de amortización de préstamos; señala que los cambios para mejorar el bienestar de los animales de granja necesitan un período de transición adecuado”.

Añaden “que las inversiones destinadas a mejorar el bienestar de los animales se traducen en un aumento de los costes de producción, independientemente del tipo de ganadería del que se trate”, por lo que “deben articularse ayudas públicas adicionales o un claro rendimiento económico del mercado, porque si no el aumento de los costes de producción impedirá a los ganaderos invertir en el bienestar de los animales, situación indeseable”.

Respecto a las importaciones de países terceros, el informe pide que se “refuercen los controles para supervisar los antibióticos y otros residuos químicos prohibidos” y que en los acuerdos comerciales se incluyan cláusulas de reciprocidad relativas al respecto de las normas comunitarias sobre bienestar animal.

En cualquier caso, en su opinión debería prohibirse la importación “de ganado o carne que no respeten las normas europeas” en este ámbito.