El «hoy» y un pedazo del «mañana» de la industria porcina colombina
Todo parece indicar que las consecuencias de la pandemia y de las protestas sociales en nuestro país, sirvieron principalmente para probar y demostrar nuestra resiliencia como Porcicultores.
Es así como a pesar de esos dos catastróficos eventos, y en teoría de la “salida” de muchos productores, hoy NO se consigue una sola granja vacía para alquilar o para comprar, como tampoco se consigue a quien comprarle lechones para engordar.
Es tan alto el Precio de venta de los cerdos y por ende el precio de las hembras de descarte, que con el dinero de la venta de una de ellas se compra una nueva y mejorada hembra de genética y hasta sobra dinero para alimentarla un buen rato, y la demanda de producto de las casas genéticas sobrepasa significativamente su capacidad de producción.
Andamos en una falsa “bonanza” dónde la mayoría de los productores se sienten positivamente abrumados con excesos de liquidez y con un buen flujo de caja. Pero “tanta belleza junta” no dura mucho, porque ahora mismo estamos recibiendo los ingresos de cerdos producidos con costes muy diferentes a los actuales, costes que veremos reflejados en unos días adelante cuando se consoliden en nuestras cuentas los nuevos cerdos salidos con mayores valores por el incremento de los fletes locales, de los fletes marítimos, de los precios de las materias primas básicas y de volumen (maíz y torta de soya), de los precios de los aminoácidos, vitaminas, minerales, más el incremento del precio de dólar.
Una primera y prudente conclusión es que no debemos confundir esta escalada inflacionaria con una bonanza.
Hace muchísimos años el autor de este escrito, definió la categorización de los productores de cerdos en una pirámide:
- Una base grande y amplia de dueños de pocos animales con poca tecnología, pocas cuentas, poco profesionalismo y poca capacidad comercial y productiva, los cuáles peyorativamente los hemos llamado “marraneros”
- Una segunda escala compuesta por la gran mayoría de los Productores Colombianos: independientes, autosuficientes, “grandes”, solitarios, emprendedores, porfiados, dueños de su razón, sabios e individuales en la comercialización, técnica, genética, alimentación, manejo, sanidad, construcciones y resilientes por excelencia.
- Una tercera compuesta por aquellos, que desde la segunda, tomaron la decisión de uniesen en grupos empresariales y asociativos para producir en comunión y lograr integraciones verticales y horizontales de tal manera que haciendo y trabajando juntos hacen su oficio mucho más llevadero, rentable y productivo.
- Y el vértice de la pirámide compuesto por unas pocas empresas, que como tales tienen una infraestructura productiva, gerencial y económica con absoluto respeto y compromiso con el Medio ambiente, sus colaboradores y donde la BIOSEGURIDAD es prioritaria.
Tristemente debo reconocer que ese panorama planteado el siglo pasado, sigue IGUAL: Los “marraneros” lo siguen siendo, pero en más cantidad y ya no tan primarios. Son muchos los que se creen Porcicultores y aún no se han dado cuenta que por su mala gestión ambiental, de bioseguridad, técnica, manejo y genética hace rato se graduaron de “marraneros”.
Los Porcicultores “independientes” se siguen comportando como tales y por estar solos han sufrido las verdes y las maduras en estas dos calamidades. No se han dado cuenta que mamar y silbar al mismo tiempo es imposible.
Hablaron airadamente durante la crisis de “unirnos” de hacer empresas para comercializar, de desarrollar clúster regionales, de unirnos para exportar, de cobijarnos con la Manta de la asociatividad, de comprar materias primas juntos, de negociar con las plantas de alimentos balanceados la maquila juntos, de importar materias primas juntos y muchos etcéteras juntos que con “la bonanza” ya ninguno se acuerda de estas buenas intenciones.
Los grupos asociativos empresariales que aún siguen vivos (porque por indisciplina, envidias, oportunistas y descarados, son muchos los que se abortan o mueren en las primeras de cambio), muestran fortaleza, consolidación, desarrollo empresarial y crecimiento.
Las Empresas consolidadas son, y seguirán siéndolo a unos Niveles diferentes, pero estables.
Escribir algo de futurología de la Industria Porcícola Colombiana obliga hacerlo por cada segmento de esa pirámide, donde solo tendremos comunes denominadores:
- Alza en los costos de producción.
- Amenazas latentes de la PPA.
- Importaciones de Carne de Cerdo inminentes, a precios por debajo de nuestro costes de producción
- Aumento progresivo del consumo nacional (estamos cerca de 12 kilos y deberíamos estar por los lados de los 18)
- Disponibilidad de genética y tecnología al alcance de todos.
En resumen: con que cada uno se ubique dónde está, piense y decida arrancar para donde debe estar, sería el más grande progreso para la Porcicultura Nacional en el futuro inmediato, cambiando lo que SI podemos cambiar estando montados en este globo que sigue dando tumbos.
Dr. Hernando Blandon Montes
PORCICULTOR
Pereira – Colombia
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