El proyecto de ordenación de las explotaciones bovinas

El pasado día 10 de noviembre finalizó el período de consulta pública del proyecto de Real Decreto por el que se establecen normas básicas de ordenación de las granjas bovinas, que cubre tanto a las de carne como a las de leche.

Desde el sector productor consideran que muchos de los planteamientos del Ministerio no se pueden aplicar. Por ejemplo, ASOPROVAC, ASAJA, la Unión de Uniones y UPA, subrayan que hay exigencias que no pueden cumplirse en las explotaciones extensivas.

Las organizaciones critican que una explotación en extensivo tenga que contar con instalaciones para albergar a todos los animales. Tampoco ven posible que las explotaciones estén delimitadas perimetralmente; que se establezca un tamaño máximo de las granjas (que se aplicaría también a aquellas que no se consideran intensivas); o que se fije una distancia mínima de 500 metros entre las explotaciones de bovino existentes y respecto a núcleos urbanos como medida de protección sanitaria.

La Asociación de Productores de Vacuno de Carne (ASOPROVAC) estima que el proyecto podría ser positivo a medio plazo, pero la realidad es que se proponen algunos cambios excesivos. Por un lado, le preocupan las limitaciones en la capacidad máxima de las granjas en un panorama de reducción de ayudas de la PAC y con una situación del sector que, según datos oficiales, no es favorable. Por ello piden en sus alegaciones que se permita el incremento de la capacidad por una cuestión de competitividad.

Tampoco convencen algunas cuestiones relativas a la bioseguridad. La distancia de 500 metros entre granjas y núcleos urbanos podría tener sentido; sin embargo, la realidad del sector no lo permite en algunas zonas de nuestro país, por lo que reclama que se reconsidere esa distancia.

En el área medio ambiental preocupa el planteamiento de técnicas para reducir las emisiones, cuando este sector no cuenta con un catálogo de Mejores Técnicas Disponibles que permitan cumplir con los porcentajes de reducción que se plantean. En cuanto a bienestar animal, sorprende el planteamiento de contar con un ambiente exterior, cuando en España la mayoría de las explotaciones son abiertas.

Por su parte  ASAJA ha hecho hincapié en  la confusión que genera el texto, ya que hay medidas que «no se sabe si están destinadas a ganadería extensiva o a ganadería intensiva pero que en muchos casos son imposibles de realizar en alguno de los dos tipos». Por ejemplo, entiende que la obligación de “disponer de un estercolero en el caso de que almacene estiércol sólido” sería una medida dirigida al ganado intensivo porque no es practicable en una pradera.

La Unión de Uniones asegura que hay una gran desconexión entre las exigencias que el proyecto plantea y la realidad de la ganadería bovina en España; “da la impresión de que han hecho un copia-pega de los reales decretos de ordenación porcino y avícola, sectores eminentemente intensivos, para elaborar la de este sector».

La Unión de Pequeños Agricultores también ha criticado la exigencia sobre la distancia de 500 metros entre granjas, ya que “el 90 por 100 de las ganaderías tendrían serios problemas para encontrar una parcela donde asentarse”. Considera que los objetivos de la disposición son necesarios y positivos, pero tienen que servir para mejorar las condiciones actuales, ambientales, sanitarias y de bienestar, no para empeorarlas

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