Futuras estrategias sobre el uso de antibióticos veterinarios

Cualquier estrategia que tenga la finalidad de luchar frente a un problema de salud pública tan grave como son las resistencias bacterianas, requiere la colaboración y el firme compromiso de todos los profesionales sanitarios implicados. El esfuerzo realizado, concretamente, en el sector animal español en los últimos años ha dado sus frutos, consiguiéndose una reducción del 58,8% en las ventas de antibióticos veterinarios entre los años 2014 y 2019. Esto demuestra que, con los programas adecuados y su buena implementación, sin olvidar la implicación de los veterinarios, se puede frenar la propagación y el desarrollo de resistencias a los antibióticos.

Una de las últimas estrategias que se ha planteado en el Parlamento Europeo, recientemente, para continuar frenando la aparición de resistencias antimicrobianas ha generado gran malestar en el sector animal. Se trataba de una propuesta de resolución sobre el Reglamento Delegado de la Comisión que complementa el Reglamento (UE) 2019/6, que establecía los criterios para designar los antimicrobianos reservados para los humanos. Esta propuesta se encontró con la oposición de miles de profesionales veterinarios y asociaciones del sector, puesto que proponía acotar el listado de antibióticos con los que tratar a los animales, basándose en recomendaciones realizadas desde la OMS. Esto afectaría tanto a los animales de granja como de compañía, aunque ya se explicaba en la propuesta que realmente el uso de antibióticos es mucho mayor en los animales de producción, y defendía que habría que primar las buenas prácticas de manejo y gestión de las explotaciones, para prevenir y controlar las infecciones, frente al uso de antimicrobianos. La moción suponía por tanto una reducción de las herramientas con las que combatir infecciones bacterianas en animales, ya que consideraba que los criterios para la designación de antimicrobianos reservados para humanos (HRAM) pueden y deben establecerse únicamente sobre la base de consideraciones relacionadas con la salud humana y el potencial de transmisión. Una de las consecuencias que se argumentaba en contra de esta estrategia era que, al restringirse las posibilidades de aplicar un tratamiento antibiótico a un animal, se favorecería la rápida aparición de resistencias para los grupos de antimicrobianos que quedaran disponibles, dejando así desprotegidos a los animales y desarmados a los veterinarios. Finalmente, la propuesta no prosperó ante los numerosos votos en contra de los eurodiputados.

Un proyecto novedoso relacionado con el problema de las resistencias es el Proyecto de Vigilancia de Bacterias Patógenas Clínicas en sanidad animal, desarrollado por el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) de la AEMPS. Entre los objetivos que abarca este proyecto están: fomentar el uso de herramientas de diagnóstico en infecciones bacterianas, facilitar la prescripción del veterinario y desarrollar un mapa epidemiológico de bacterias patógenas con el que poder conocer la evolución de las resistencias en las diferentes especies animales y regiones ganaderas, con el fin de establecer así las medidas necesarias que realmente convendría adoptar. Esto último es muy importante, ya que se considera que son necesarios más estudios e investigaciones sobre las resistencias a antimicrobianos en animales para poder reducir esta problemática y establecer las decisiones oportunas al respecto.

Cualquier esfuerzo es poco para evitar las resistencias a los antibióticos, pero toda norma o proyecto que persiga este fin debe estar apoyado en criterios científicos, para que todas las partes implicadas (autoridades sanitarias, asociaciones veterinarias, organizaciones de bienestar animal, colegios profesionales, veterinarios/as, etc.) contribuyan a evitar el uso innecesario de antibióticos, y administren y prescriban los antibióticos de forma responsable, colaborando así en mejorar la salud pública.

Es por ello necesario que todos los implicados estén comprometidos por la causa, para lograr, entre todos, la protección de la salud humana, la sanidad animal y el medioambiente.

Dra. Gemma León Bello
Profesora Dpto. Farmacia. Facultad Ciencias de la Salud
Responsable Servicio de Farmacia Hospital Clínico Veterinario-CEU
Universidad CEU-Cardenal Herrera

Dra. Victoria Villagrasa Sebastián
Profesora Dpto. Farmacia. Facultad Ciencias de la Salud
Universidad CEU-Cardenal Herrera