¿Por qué no te callas?

Quiero suponer que todos los que somos “menos jóvenes” recordamos bien esta frase de reprimenda, pronunciada por el Rey Emérito, don Juan Carlos I, va a hacer 14 años, concretamente el 10 de noviembre del año 2007, y dirigida al entonces presidente de Venezuela, el teniente coronel Hugo Chávez.

Me permito hoy hacer uso de esta frase histórica, para dirigirla en este caso a don Alberto Carlos Garzón Espinosa, economista y, desgraciadamente, actual ministro de Consumo del Gobierno de España, que, una vez más, ha “quedado retratado”.

El señor Ministro, a quien le encanta figurar, ha publicado un pequeño e inoportuno vídeo en el que, además de ponerse en evidencia y de hacer gala de una gran imprudencia (impropia de una persona que se sienta en el Consejo de Ministros), amén de su falta de conocimientos en materia zootécnica, da toda la razón a don Johann Wolfgang von Goethe quien afirmó, con más razón que un santo, que “no hay espectáculo más terrible que la ignorancia en acción”.

En efecto, es realmente lamentable que un ministro formule, a través de canales públicos, una serie de graves afirmaciones, erróneas y/o desenfocadas, que sólo ayudan a generar confrontaciones y tensiones, absolutamente innecesarias, intentado desacreditar absurdamente a un sector cuyas funciones social y económica son de enorme trascendencia para España, como se ha puesto bien de manifiesto, una vez más, con motivo de la pandemia generada por la COVID – 19. No se olvide aquí que el sector cárnico es un sector que da ocupación a más de 2,5 millones de personas y genera, anualmente, en exportaciones, más de 9.000 millones de euros.

El señor Garzón, antes de hacer el ridículo y de desacreditarse, debería haberse informado de que la producción ganadera, de acuerdo con los datos publicados en el año 2020 por el MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), sólo representa cerca de un 8 por 100 del total de las emisiones de Gases Efecto Invernadero, GEI,  mientras que en nuestro país, por ejemplo, el transporte genera un 27 por 100 de los mismos; la industria da lugar a casi un 20 por 100 de los GEI; la producción de electricidad del orden de un 18 por 100, el consumo de combustibles un 8,5 por 100, etc. etc.

El señor Ministro también debería saber, si pretende hablar de temas ligados a la actividad pecuaria, que entre un 85 y un 90 por 100 del agua que contribuye a generar un kilo de carne es “agua verde”; es decir, agua cuyo origen es la lluvia.

Tampoco debería ignorar el señor ministro que  el uso de antibióticos, como promotores de crecimiento de los animales de granja, está prohibido desde el año 2006 (Directiva 2001/82/CE, con sus posteriores modificaciones). Cierto es que, en ocasiones, no queda más remedio que tratar con antibióticos a los animales de renta pero, en España, se hace prácticamente siempre bajo supervisión veterinaria y, por ello, de forma absolutamente responsable, buscando siempre garantizar el bienestar de la base animal y la calidad e inocuidad (cualidad de inocuo) de los alimentos generados por los mismos.

Por otra parte y en este marco, el señor Garzón no debería, a estas alturas, tampoco ignorar que, en los últimos 10 años, las ventas de antibiótico para uso veterinario, de acuerdo con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), se han reducido en España en más de un 60 por 100.

Por último, el mencionado ministro también debería tener conocimiento de que España es el país más saludable del mundo (Bloomberg, Healthiest Country Index); también somos el país con mayor esperanza de vida del Mundo (Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington) y, no por último, somos el país de la OCDE con la menor incidencia de cáncer (datos 2019 publicados por Health at Glance de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)).

No creo sea necesario alargar más esta nota para justificar que me permita pedirle a don Alberto Carlos Garzón Espinosa que nos demuestre que tiene la dignidad que se le supone y que siempre es exigible a un ministro, presentando su dimisión irrevocable como ministro de Consumo del Gobierno de España.

Carlos Buxadé Carbó.

Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito.
Universidad Politécnica de Madrid

 

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