Los dos lobos (III)
Los lobos también pueden predar sobre cabezas de ganado adultas. Cortesía de XEAGRO
Empiezo esta tercera entrega hablando del impacto del lobo. Un lugar común en la discusión sobre el lobo es la “escasa” incidencia que tiene sobre el PIB de la ganadería extensiva, un 1 por 100 o algo menos, pero hay que resaltar dos puntos importantes:
En la economía de la ganadería extensiva un 1 por 100 de la facturación total es un porcentaje elevado de los beneficios.
Este porcentaje (%) no se reparte equitativamente, una lobada en un aprisco puede acabar con más de 50 animales en una sola noche, de un solo propietario. Los lobos no tienen un freno etológico a la violencia interespecífica; mientras haya presas a mano van a seguir matando y también las posibles presas, agolpadas, provocan muertes entre ellas por asfixia o aplastamiento.
Se dan casos de manadas que encuentran facilidad para atacar rebaños especialmente vulnerables, por la situación de los pastos, por ejemplo. El autor ha recibido testimonios directos de propietarios de vacas de carne que solo han conseguido vender 3 terneros de un rebaño de más de 130 vacas, en los montes de Orense y perder 27 novillas de primer parto. O de propietarios de Asturcones con pérdida de casi todos los potros y varias yeguas, así como de muchos de los mastines entregados para su defensa.
A veces no hay que ir a lugares muy despoblados para ver la acción del lobo, novillas muertas a tan solo 9 Km de Lugo capital, terneros muertos a la orilla de pueblos asturianos, avistamientos en las cercanías de poblaciones importantes, como Tapia de Casariegos,…
También habría que considerar la competencia que los cazadores consideran que el lobo supone para ellos. En cotos y reservas de caza es indudable que los lobos predan sobre animales débiles o enfermos, ayudando a mantener la salud de la población, pero también sobre crías o inmaduros, lo que limita el crecimiento de estas poblaciones venatorias.
Pero no todo es mal. En el otro platillo de la balanza hay que indicar que el lobo no solo tiene un valor simbólico, cultural y ecológico indudable y que su desaparición nos dejaría a todos un poco huérfanos, también ofrece valores tangibles, que habría que resaltar en las zonas loberas, para ayudar a una mejor convivencia:
El Control de la población y de los daños de los ungulados salvajes. En la Sierra de la Culebra en 2013 se reportaron 17 ataques a la ganadería por lobos; los reportes de daños a cultivos por ungulados salvajes fueron de 295. En la zona de la Reserva de Riaño y Mampodre las indemnizaciones por daños por lobos entre los años 2003 y 2007 ascendieron a 138.840 €, en el mismo periodo los daños por cérvidos y jabalíes ascendieron a 661.870 €.
Por otra parte, está el tema dela sanidad. La muerte de animales enfermos (tuberculosis, sarna, brucelosis, fiebre Q…) no solo ayuda a mantener sanas las poblaciones salvajes, también dificulta la transmisión de enfermedades al ganado. Los lobos también ejercen una policía ambiental, eliminando cadáveres en el campo.
Y queda por tratar el tema de la repercusión económica. Las actividades en torno al lobo también son una fuente de riqueza directa; en la Sierra de la Culebra se cazan unos 10 lobos al año, con un precio total de 30.000 a 35.000 €, a lo que hay que sumar 3 o 4 pernoctas por lobo y cazador. En la Reserva de Caza de Riaño y Mampodre se pagan 600 a 1.200 € por lobo abatido, según el cazador sea de la zona o no.
En la Sierra de la Culebra están (o estaban, con esta pandemia…) operando 4 empresas dedicadas al turismo del lobo, junto con otras empresas nacionales o europeas que también envían visitantes con este interés. En 2019 la estimación oficial fue de unos 3.500 viajeros y un gasto en la zona de unos 900.000 €.
En definitiva, el lobo puede representar una fuente de ingresos y otros beneficios para las zonas en las que habita.
¿Qué alternativas hay actualmente planteadas?
El Ministerio para la Transición Ecológica pretende incorporar a toda la población de lobos en el Listado de Especies de Especial Protección, eliminando su condición de especie cinegética al norte del Duero.
Las CC.AA. afectadas pretenden mantener el estatus actual del lobo, confiando en la caza, deportiva o por agentes, como una herramienta en la gestión de la población de lobos en sus territorios.
Francisco González
Biólogo y Veterinario
Asesor en Sanidad y Manejo Animal
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