Videovigilancia en el matadero de INCARLOPSA

La revista “Cárnica” ha publicado que el matadero de INCARLOPSA en Tarancón ya cuenta con un sistema de cámaras de videovigilancia. Las mismas son fundamentales para tener un control absoluto de cada animal, anticipándose a la normativa que entrará en vigor dentro de un año en España y que regulará la instalación de estos sistemas de vigilancia con el que se busca garantizar el bienestar animal.

Hay que significar que otros Estados de la Unión Europea ofrecen la opción voluntaria de instalar este sistema de videovigilancia y el Reino Unido lo tiene implantado por ley.

Cuando se apruebe el Real Decreto elaborado por la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), España podría convertirse en el primer Estado de la actual Unión Europea (U.E. -27) en contar con una regulación legal específica sobre la instalación de sistemas de videovigilancia en sus mataderos, reforzando la posición de referencia del sector porcino español.

La instalación de estos sistemas de videovigilancia, en el mencionado matadero, refuerza el compromiso de la citada empresa para buscar garantizar su excelencia en el manejo de los animales y la aplicación de las mejores prácticas en materia de bienestar animal.

La compañía castellano – manchega especializada en productos cárnicos porcinos inició la instalación de cámaras de videovigilancia en junio del año 2019, cuando las introdujo en la zona de recepción y descarga de los animales, y finalizó el proceso en abril del `pasado año 2020, cuando incorporó este tipo de dispositivos al resto de dependencias de la instalación donde el animal está vivo. Así, hay cámaras de videovigilancia instaladas en todo el recorrido que realiza el cerdo hasta que es sacrificado.

El sistema de videovigilancia instalado está conformado por un circuito cerrado de televisión y un sistema para la grabación, almacenamiento, recuperación, reproducción, transmisión y copia de las imágenes, registrando la fecha, hora y ubicación de las grabaciones tomadas.

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